La hostelería vuelve en la Feria de San Julián a los niveles de prepandemia

Los esperados festejos de la normalidad están cumpliendo con los buenos pronósticos. En la recta final, desde la Agrupación de Hostelería y Turismo de Cuenca celebran que bares y restaurantes de toda la ciudad se están beneficiando del “buen ambiente” que reina en Cuenca capital estos días con motivo de la Feria y Fiestas de San Julián, que se prolongará hasta este domingo 28 de agosto. Para el sector, el balance es positivo y estiman que se ha vuelto a los niveles de venta previos a la pandemia, según explica Diego López Carro, secretario general de la asociación.

Los establecimientos hosteleros que se ven más favorecidos por las celebraciones de San Julián son los próximos al Recinto Ferial, que se convierte en el centro neurálgico de estas fiestas. Con todo, el responsable de la agrupación reconoce que el movimiento que generan las fiestas beneficia en general a los negocios de todos los barrios de la capital.

BUEN MES TURÍSTICO

Aunque el Casco Antiguo está más alejado del recinto y no tendría a priori tanto público durante estas fiestas, López Carro puntualiza que estos días está teniendo gran afluencia de público dado que agosto está siendo un buen mes para la ciudad desde el punto de vista turístico.

La Feria Taurina también supone un plus de clientela para los establecimientos hosteleros de la ciudad puesto que las corridas de toros –cuatro este año, que se celebraron del 20 al 23 de agosto– también atraen a personas de la provincia, además de a la propia población local. Esos días, es común que la gente quede antes para comer fuera y estire la sobremesa hasta la hora de irse a los toros, cenando también después juntos.  De igual manera, la zona aledaña al coso taurino es la más beneficiada aunque “se nota mucho en toda la ciudad”.               

Desde el colectivo también celebran la buena acogida que está teniendo la barra de la Carpa Joven, que es gestionada por la Agrupación Provincial de Hosteleria y Turismo de Cuenca. Para el responsable de la asociación, esta iniciativa, que se puso en marcha en las fiestas de San Julián de 2019, es una “buena idea” porque atrae hasta el recinto ferial a un público distinto. Este año, más de 2.000 personas pasan cada noche por este espacio, en el que actúan grupos musicales locales.

“Siempre se decía que faltaba gente joven y la Carpa está siendo un éxito. Era una oferta que faltaba”, considera López Carro.

De cara al fin de semana -con un viernes pasado por agua-, el sector hostelero tiene “buenas expectativas” y confía en seguir registrando una gran afluencia de público tanto en los bares y restaurantes de toda la ciudad como en la Carpa Joven.      

En el lado contrario, en el plano del alojamiento, las fiestas no suponen apenas movimiento dado que no suelen atraer a personas de otros lugares. No obstante, actividades como el Concurso Nacional de Saltos, que celebra su 66ª edición, sí suponen un aumento en las reservas en la ciudad. “Y también está siendo un buen mes para el turismo”, incide.