El Hospital de Santiago, un tesoro patrimonial por descubrir
En el skyline de Cuenca hay varios edificios que destacan por encima del resto y el Hospital de Santiago es uno de ellos. Icónico donde los haya, con una fachada que llama poderosamente la atención desde cualquier punto de la ciudad, ha sido testigo y actor principal en la historia de Cuenca. Fue fundado en 1182, reformado en 1511 y actualmente conserva en su interior varios tesoros patrimoniales que bien merecen formar parte de la oferta turística de la ciudad. Y precisamente en este objetivo está trabajando la Fundación Hospital de Santiago de la mano del Ayuntamiento, el Consorcio y la Diputación para que, a lo largo de 2025, se pueda visitar su botica, perfectamente conservada a pesar del paso de los años, su iglesia o la colección de material sanitario que atesoran. La ciudad gana de cualquier modo, ya que incorporaría un nuevo espacio museístico y el turismo se descentralizaría del Casco Antiguo invitando a vecinos y turistas a descubrir rincones tan impresionantes como este. “Creemos que merece la pena enseñar todo lo que tenemos”, subraya Francisco López, director-gerente del Hospital de Santiago.
Además, esta institución asistencial es una de las más antiguas a nivel nacional y la primera de esta rama en el ámbito local. Si bien, en 1993 dejó de ser hospital y a día de hoy es una residencia de la tercera edad que pertenece al Real Consejo de las Órdenes Militares de Santiago, Calatrava, Montesa y Alcántara.
PATIO
En este edificio todas las dependencias se distribuyen a partir de un patio interior cuadrado que hace las funciones de eje central. Alrededor de este se encuentran la botica y la rebotica, la iglesia, y una sala de visitas en la que se conservan obras de arte y mobiliario antiguo, así como las distintas dependencias de la residencia. En su origen el patio porticado con columnas de piedra estaba cerrado por muros y tenía ventanas, pero en una reforma posterior durante los años 90 se eliminaron estos tabiques que se sustituyeron por cristaleras para poder apreciar este claustro desde la galería. En su interior, se encontraba un aljibe que en el año 1600 se sustituyó por una fuente que todavía hoy perdura. En aquel entonces tenía capacidad para más de medio centenar de pacientes que se dividían por sexos y por enfermerías conocidas como la de Santiago, San Cosme y San Damián destinadas, respectivamente, a calenturas, cirugía y bubas.
IGLESIA
Otra de las estancias que se incorporarían a la visita es la iglesia que, a lo largo de los siglos ha sufrido distintas reformas y reconstrucciones. La última en el siglo XVIII por José Martín de Aldehuela. Como curiosidad, es de las pocas a nivel nacional que no tiene entrada desde el exterior, sino que únicamente se puede acceder a través del claustro. En la cúpula, una pintura de la Batalla de Clavijo que se mantiene intacta desde 1786 preside la sala y a los lados, como curiosidad, se encuentran dos estucos que representan la pérdida de la fe de Santiago y la ascensión a los cielos, son obra de los escultores italianos que trabajaron en el Palacio Real de Madrid. Además, en el coro, hay un órgano del siglo XIX que desde la Fundación esperan poder restaurar con ayuda de la Diputación Provincial de Cuenca, con quien ya han iniciado conversaciones. “Este espacio tiene muy buena acústica y creemos que puede albergar conciertos como por ejemplo los de la Semana de Música Religiosa”, cuenta Francisco López.
![](https://www.static.lasnoticiasdecuenca.es/contents/02-2025/77991-1739526933-hospital-santiago-tesoro-patrimonial-aun-por-descubrir.jpg)
SALÓN
El Salón de Santiago está ubicado en la antigua cocina del complejo, que quedó destruido casi en su totalidad durante un incendio provocado por las tropas de Napoleón. Tras su reconstrucción, este espacio se destinó a la recepción de visitas. “Aquí se recibía a la gente de la zona que venía a hacer donaciones económicas”. En esta pequeña sala, en la que actualmente se recibe al obispo cuando visita las instalaciones, se conservan el poco mobiliario antiguo y obras de arte que han logrado conservar, puesto que el Hospital de Santiago fue víctima del expolio durante la Guerra Civil. Entre estas piezas históricas se encuentran varios cuadros del siglo XVIII y un tapiz fabricado en la Real Fábrica de Tapices de Madrid, así como diferentes muebles.
BOTICA Y REBOTICA
Pero si hay algo que realmente merece la pena visitar es la botica del antiguo complejo hospitalario porque permanece completamente intacta. “Es la joya de la corona”, dice López. Entrar en ella es como hacer un viaje al pasado, a la medicina y la farmacia del siglo XVI porque dentro se conservan tarros con 400 años de antigüedad, algunos incluso con los compuestos químicos y plantas aún en su interior. Entre todos ellos hay dos que llaman la atención sobre el resto porque contienen piedras del riñón y hasta una tenia. Eso sí, para hacer visitable este espacio es necesario protegerlo para evitar daños y roturas. “Queremos colocar unas cristaleras o metacrilatos para que cuando la gente venga no haya peligro de que algún tarro se rompa”, explica Francisco López. Igualmente es necesario restaurar los frescos tanto de las paredes como del techo y para ello esperan contar con la ayuda del Consorcio ya que este edificio es Bien de Interés Cultural desde 1999 y su nivel de protección es 1, el máximo.
En este mismo espacio, al fondo, hay una pequeña puerta que conduce a la antigua rebotica, un espacio que se utilizaba como almacen para guardar desde agua destilada para compuestos químicos hasta plantas y demás hiervas medicinales. Ahora, lo han convertido en un pequeño museo dedicado a los utensilios médicos de aquella época. Una camilla, una cama de partos, diferentes utensilios como jeringas, bisturíes y hasta una incubadora son algunos de los elementos que conservan. “Los últimos partos que tuvimos fueron en 1993, antes de que dejase de ser hospital para pasar a ser un centro sociosanitario”, recuerda el director.
Además, han recopilado los libros de registro e inventario, el más antiguo de 1721. “Están registradas desde las compras hasta la gente enferma que había ingresada, es muy interesante”, cuenta López. Tanto es así que el presidente del Archivo Farmacéutico Nacional, Cecilio Venegas, viajó a Cuenca para revisar la colección. “Nos dijo que a partir de este material se podrían hacer varias tesis doctorales”, recuerda Francisco López.
A parte de esto, también plantean la posibilidad de abrir el jardín del ático a la ciudadanía ya no solo para que se visite sino para organizar eventos. Por ahora, es pronto para dar una fecha exacta del inicio de las visitas, pero esperan que sea a lo largo de 2025. En cuanto al precio y horarios tampoco hay nada claro, pero esperan poder dar noticias pronto. “Es necesario dar este impulso al edificio y dar a conocer todo lo que conservamos”, concluye el director.
![](https://www.static.lasnoticiasdecuenca.es/contents/02-2025/77991-1739526944-hospital-santiago-tesoro-patrimonial-aun-por-descubrir.jpg)