Algo más de 2.000 personas mayores de 65 años se calcula que podrán beneficiarse y hacer uso del nuevo Centro de Día de Mayores del que la capital dispondrá en el barrio de Las Quinientas en el plazo previsible de un año o, como mucho, dos, si el pleno municipal aprueba el próximo jueves la cesión de uno de los inmuebles en desuso del antiguo colegio Astrana Marín, frente a la Escuela Municipal de Música, al Gobierno regional, cuyo presidente, Emiliano García-Page, se ha comprometido a acondicionarlo y poner en marcha un hogar del jubilado.
De las reticencias que el anterior equipo municipal, liderado por Ángel Mariscal, puso a la petición de los vecinos de Las Quinientas, que llevan diez años demandando este centro, se ha pasado a la postura favorable del nuevo equipo de gobierno que lidera el socialista Darío Dolz, dispuesto a remar en la misma dirección que el Gobierno regional.
Es algo que la presidenta vecinal, Elena Castillejo, agradece y espera que no tarde en dar resultado, porque hace hincapié en el elevado número de personas mayores que habitan tanto en Las Quinientas, donde solo habrá unos mil jubilados, como en calles próximas y muy pobladas como Reyes Católicas, Paseo de San Antonio, Barcelona o Álvaro de Luna, para algunas de las cuales el centro puede llegar irremediablemente tarde.
“Un día sí y un día no tenemos un entierro porque el barrio, con 59 años ya, está muy envejecido, y queremos que nuestros mayores dispongan de un espacio donde poder pasar el día con otros mayores y donde también puedan comer en vez de tener que irse hasta el hogar de jubilados de San José, junto al Pelusa”.
El local, asegura, se encuentra en un estado en general bastante óptimo, por lo que entiende que las obras no requerirían de una gran inversión ni deberían demorarse excesivamente, aunque reconoce que “el papeleo” sí que conllevará su tiempo.
Entre las inversiones necesarias, apunta a la instalación de un ascensor que comunique las dos plantas de que dispone el inmueble. En la baja, cree que se puede aprovechar al menos en parte el antiguo comedor infantil, acondicionándolo en principio como sala de estar con la instalación de algunas mesas, sillas y sofás. Y arriba hay dos aulas a las que también se podrá dar utilidad.
Los baños también tendrían que arreglarse, favoreciendo el acceso a las personas de movilidad reducida, y el tejado necesita igualmente de una revisión. La calefacción, en cambio, entiende que bastaría con conectarla a la de la Escuela de Música.
Si se consuma la cesión, el próximo pasó consistirá en elaborar un proyecto para acondicionar el inmueble y distribuir su espacio de acorde a las necesidades.
Tal es la importancia que Castillejo le da un centro por el que los vecinos llegaron a movilizarse con pancartas en la pasada legislatura que, aunque tenía previsto abandonar la presidencia de la asociación a finales de año, en principio seguirá hasta verlo terminado . “Si aparece alguien que quiera sustituirme, lo dejo, pero si no seguiré hasta que se inaugure el centro. Y después sí que me iré, aunque seguiré formando parte de la asociación”.
Que se adecente la zona del campo de fútbol San José Obrero junto a las vías del tren, llena de escombros y suciedad, es otra de las demandas de la asociación de vecinos de Las Quinientas junto a la renovación del parque infantil de la plaza de San José Obrero o la de la pequeña sede vecinal, frente a la Escuela de Música. Pero, de momento, su prioridad está clara: el centro de mayores.