La red de bibliotecas municipales de Cuenca tiene su sede central en Aguirre, pero dispone asimismo de otras dos bibliotecas de barrio, una en Fuente del Oro, que también da servicio a Las Cañadillas, y otra en Villa Román, las cuales superan los 2.500 usuarios y los 2.000 préstamos anuales, respectivamente.
Estas bibliotecas de barrio se crearon, señala la coordinadora de la red, Olga Muñoz, siguiendo las recomendaciones de un “mapa de bibliotecas” elaborado por el Gobierno de Castilla-La Mancha que buscaba ayudar a los ayuntamientos en la planificación de estos servicios, que según la Ley de Bases del Régimen Local, de 1985, deben prestar todas aquellas poblaciones que superan los 5.000 habitantes.
No obstante, según el mismo mapa, por la distribución de la población la capital requeriría de este tipo de recursos en otros dos barrios de la ciudad: el Casco Antiguo y la zona de Las Quinientas y Siglo XXI, algo ahora mismo no obstante complicado de materializar dada la crítica situación de las arcas municipales.
Muñoz señala que el objetivo de estos centros es acercar los libros a los ciudadanos, pues para muchos es costoso tener que desplazarse hasta el centro, ya que entre la ida y la vuelta se les puede ir una hora. Sobre todo, favorece a las personas mayores o con problemas de movilidad y a las familias con hijos, pues muchas de estas últimas tienen las tardes ocupadísimas con las actividades extraescolares.
Las bibliotecas contribuyen además a dar vida a estas zonas de la ciudad y se convierten en espacios donde los usuarios, además de a tomar prestado algún libro, acuden a estudiar o a juntarse con compañeros de clase para preparar algún trabajo.
Eso sí, desde octubre de 2017 los centros de Fuente del Oro y Villa Román han visto reducido su horario de apertura como consecuencia de la excedencia solicitada por una de sus dos trabajadoras, lo cual ha propiciado que solo haya una responsable al cargo de ambos recursos que tiene que repartirse entre las dos: la de Fuente del Oro abre así los lunes, miércoles y viernes de 17:00 a 21:00 horas y la de Villa Román los lunes de 10:30 a 14:00 horas y los martes y jueves de 17:00 a 21:00. La mitad que antes.
EXCEDENCIAS SIN CUBRIR
Según apunta Muñoz, en el momento de la excedencia se contempló la posibilidad de cubrir la vacante, pero no obtuvieron el visto bueno de la interventora municipal, que desaconseja cubrir excedencias al encontrarse el ayuntamiento sometido a un plan de ajuste que le obliga a contener el gasto.
Por la misma regla de tres, tampoco se ha podido cubrir de momento la plaza de otro trabajador en excedencia en la biblioteca central cuya plantilla, escasa, está formada en la actualidad por cuatro ayudantes de biblioteca, una ordenanza y la propia Muñoz como coordinadora de la red.