Lleva media vida inmerso en la lectura y creación literaria. Escritor de éxito, con, incluso, un Premio Planeta (1987) entre otros muchos reconocimientos, se confiesa “mejor lector que escritor” y considera que su curiosidad le ha llevado a que su obra sea tan variada y prolífica.
Juan Eslava Galán (Arjona, Jaén, 1948) es el encargado de dar el pistoletazo de salida a la Feria del Libro Cuenca Lee 2022. Y lo hará este lunes, 2 de mayo, con un pregón, en el que hará un canto a la lectura y pedirá que “no nos olvidemos de los libros, porque son progreso, pensamiento, y, sobre todo, ensanchan la vida”.
Afronta la elaboración de este pregón “con mucha ilusión”, entre otros motivos porque dice tener cierta relación personal con Cuenca, ciudad que le gusta y visita con frecuencia. Y es que, según dice, “Cuenca es una ciudad muy literaria” y eso le atrae.
PREGÓN INAUGURAL
Un pregón que, tal y como recalca, tendrá varias directrices, por un lado, relatando su relación con los libros “como un españolito más que al final se ha dedicado a escribirlos” y, al mismo tiempo, haciendo un recorrido por cómo ha sido la relación de los españoles con los libros, tanto los de mi generación como los que han venido después; todo ello, con un claro objetivo, “hacer ver la importancia del libro y la lectura”.
No en vano, sostiene que la lectura y la escritura, junto con la música, la amistad y el amor constituyen “las formas de relativa felicidad a la que podemos aspirar los que no creemos en otra cosa”.
Tilda de “todo un acierto” el hecho de que la ciudad de Cuenca continúe apostando con fuerza por la feria del libro y la haya retomado, después de la pandemia, “volviendo al mundo del libro y de la cultura, que es fundamental no solo para el cultivo del espíritu, sino también físicamente para fortalecernos; y, de ahí, su importancia”, señala.
Un evento que, sin lugar a dudas, contribuye a fomentar la lectura y un hábito éste que afortunadamente, según subraya, sigue creciendo en los últimos años en nuestro país, lo que, en su opinión, “es un detalle muy positivo a tener en cuenta”. No en vano, según dice, se da el caso de que “hay padres que no tienen el hábito de leer, pero, sin embargo, procuran inculcárselo a sus hijos o nietos”.
Constata, por lo tanto, que la ratio de lectores en España de los últimos veinte años viene creciendo sin cesar, pero advierte que “eso no nos debe hacer perder la perspectiva de que seguimos estando casi en el farolillo rojo de la lectura en Europa; es decir, nos queda mucho camino por andar”.
Considera, además, que el perfil del lector español se mantiene y no ha cambiado en todo este tiempo. Aunque llama la atención sobre la constante incorporación de jóvenes a la lectura, asegura que el perfil del lector más devoto en nuestro país continúa siendo una persona a partir de los treinta años de edad.
Dice tener cierta relación personal con Cuenca, una ciudad que le encanta y ha visitado con mucha frecuencia
DILATADA OBRA
Es uno de los autores españoles más leídos y eso no es por casualidad. A su dilatada creatividad literaria se suma una variedad inusual, fruto, según dice, de su curiosidad innata. Y es que, tal y como subraya, “cuando uno escribe, siempre aprende y, de hecho, mi gran vocación en la vida es la lectura y el aprendizaje”.
Entre sus intereses dominantes, se encuentra, según sus propias palabras, la historia, “especialmente la de la gente corriente que no parece hacer historia”; la arqueología, “en su capacidad de iluminar la vida de esa gente corriente”; y el misterio “en su más amplia acepción”, que abarca desde las creencias de la humanidad, como la religión y los mitos, hasta “la sima insoldable que es el alma humana, nunca suficientemente explicada”.
Obras, en todo caso, que para su escritura el autor siempre le gusta “situarse cerca del lector”. No en vano, entiende que “la vida moderna nos impone muchas limitaciones, una de ellas es la limitación del tiempo, pero, asimismo, entiendo que el lector quiere culturizarse y a la vez quiere entretenerse y, si es posible, divertirse”. Cuestiones todas éstas que dice tener en cuenta a la hora de programar su escritura.
Preguntado sobre si tiene especial predilección por alguna de sus numerosas obras, apunta eso de que “los libros son como los hijos, uno los quiere a todos”, aunque reconoce que “unos salen más listos que otros” y, en ese sentido, manifiesta que “si tuviera que escoger alguna de mis obras, me inclinaría por ‘En busca del unicornio’ que fue la que me dio el Premio Planeta”.
‘Enciclopedia nazi contada para escépticos’ es el título de su última obra en las librerías. Un trabajo que afirma viene a ser un resumen de las lecturas y visitas que ha hecho en torno a esta época histórica en los últimos 40 años. Es decir, “si es que se puede entender, lo que fue el nazismo, la importancia que tuvo, por qué se desarrolló, por qué la sociedad más culta de la tierra en ese momento se abona a la locura de una colección de incompetentes y cómo es posible que llegaran a la perversión máxima y, después, a la decadencia máxima sin reaccionar. Todo eso son enigmas de la historia moderna que yo intento responder en ese libro”.
Pero un nuevo título está en ciernes, ‘Un viaje a Tierra Santa’, que saldrá en un par de semanas. Es el resultado, según dice, del viaje que realizó hace cinco años, junto al especialista en Nuevo Testamento y la Biblia, Antonio Piñero. Un libro que, según recalca, “es al mismo tiempo educativo y divertido”.
