La directora del Instituto de la Mujer, Pilar Callado, ha reivindicado la urgencia de cambiar el modelo social para acabar con la trata de personas con fines de explotación sexual de las mujeres y las niñas “porque se trata de una de las violaciones más graves de los derechos humanos, de una forma extrema de violencia y de una señal de la relación de desigualdad entre mujeres y hombres”.
Así lo ha expresado esta mañana en la inauguración de las jornadas ‘Democracia y prostitución: un binomio irreconciliable’ que se celebran en la Facultad de Ciencias Sociales de Cuenca en la que se está abordando este tema con la participación de María Ángeles Zurilla, vicerrectora de Deportes, Cultura y Extensión Universitaria de la UCLM; Amparo Merino Segovia, decana de la Facultad de Ciencias Sociales de Cuenca; María Ángeles Martínez, delegada de la Junta en Cuenca; y Patricia Espejo, directora del encuentro y vicedecana de la Facultad.
“La prostitución y, en consecuencia, la trata con fines de explotación sexual, son incompatibles con un estado que, como el nuestro, reconoce derechos y libertades, por eso hay que conseguir su erradicación absoluta y para ello uno de los primeros pasos es acabar con la tolerancia social que existe frente a un hecho que no es aislado, ni residual, ni está alejado de nuestras vidas”, ha dicho.
Al respecto, ha explicado que, según la Organización de las Naciones Unidas (ONU), dos millones de personas en el mundo son víctimas de trata con fines de explotación sexual. Por su parte, la Asociación para la Atención, Prevención, Reinserción de Mujeres Prostituidas señala que cuatro de cada diez hombres han consumido alguna vez o son consumidores habituales de prostitución.
Diferentes estudios coinciden en que España ocupa uno de los primeros lugares de Europa en el consumo de prostitución y trata de mujeres y niñas, y ha pasado de ser un país de tránsito a uno de destino de mujeres, en parte atribuido esto último al aumento de la demanda.
Callado también ha remarcado que la demanda es la verdadera razón de existir de la prostitución y que por ello es necesario no culpabilizar a las mujeres sino poner el foco en los proxenetas y demandantes de prostitución y evitar a toda costa la reproducción de estereotipos.
Educación en valores
Para acabar con esa demanda, la directora del Instituto de la Mujer ha puesto en valor la necesidad de una educación afectivo-sexual basada en los valores de tolerancia, respeto y diversidad. Callado ha reivindicado que “frente a las voces que se oponen a una educación en valores debemos blindar los contenidos afectivo-sexuales en la educación basados en la tolerancia y el respeto mutuo”, y ha incidido en el relevante papel de las nuevas masculinidades, “los hombres deben adoptar una actitud proactiva en la denuncia de la prostitución para acabar con ella y lograr la igualdad entre mujeres y hombres”.
En ese sentido, la directora del Instituto de la Mujer ha recordado que la Ley para una Sociedad Libre de Violencia de Género en Castilla-La Mancha de 2018 contempla la trata de personas con fines de explotación sexual como una manifestación más de la violencia que sufren las mujeres, “reconocimiento que permite que se pongan en marcha actuaciones para sensibilizar a la población sobre la vulneración de derechos humanos que supone la trata con fines de explotación sexual”.
Desde el Gobierno regional se trabaja para sensibilizar y prevenir la trata con fines de explotación sexual a través de una línea de ayudas para realizar proyectos de sensibilización de toda la sociedad, pero sobre todo de las personas más jóvenes. Además, se cuenta con un recurso específico de atención a mujeres víctimas de trata con fines de explotación sexual.
“Ninguna violencia tiene cabida en nuestro estado democrático por lo que creemos que es imposible reconciliar el concepto democracia con el concepto prostitución”, ha señalado por su parte Patricia Espejo, vicedecana de la Facultad de Ciencias Sociales y directora de las jornadas, en alusión al título del foro.
Para la profesora de Derecho del Trabajo, es necesario combatir los dos aspectos que sostienen la prostitución: la trata y la demanda. En el primer punto, ha celebrado que el Gobierno esté trabajando en el proyecto de ley contra la trata. Respecto al segundo, ha insistido también en que España es el primer país de Europa consumidor de prostitución y el segundo del mundo.
También ha indicado que es necesario adecuar nuestra normativa al convenio de Estambul de 2011 para que la prostitución “pase a considerarse de una vez por todas como una de las más abominables manifestaciones de violencia de género” y las mujeres víctimas y explotadas puedan ser protegidas con el elenco de medidas que el Estado contempla para estas.
Espejo ha concretado que, según estudios publicados recientemente, Castilla-La Mancha reúne el 80% de los prostíbulos de España. Ante lo "alarmante" de estos datos, ha hecho hincapié en la necesidad de poner el foco en los hombres y también en la importancia de trabajar desde la educación para que niños y niñas entiendan la sexualidad desde otro punto de vista. “Si no hay demanda, no hay oferta”, ha recalcado.