Sin lugar a dudas, la Semana Santa de este año va a ser muy especial para todo el mundo nazareno conquense con la vuelta a las calles de los desfiles procesionales después de dos años de pandemia.
Pero, quizá, sea más especial aún, si cabe, para tres hermandades de la capital, como son la Muy Antigua, Ilustre y Venerable Hermandad Sacramental y Cofradía Penitencial de Nuestro Padre Jesús con la Caña, la Ilustre y Venerable Hermandad de la Negación de San Pedro y la Venerable Hermandad de Nuestra Señora de la Soledad (de San Agustín), porque en este 2022 celebran por todo lo alto una efeméride, que no solo se está plasmando en una programación de actos conmemorativos a lo largo de todo el año, sino que también se hará notar en sus respectivos desfiles procesionales.
JESÚS CON LA CAÑA
Y es que, por ejemplo, la talla del Jesús con la Caña, obra de Federico Collaut-Valera, cumple ahora 75 años desde que fuera entregada a esta antiquísima cofradía en 1947, año de su primera procesión por las calles de Cuenca.
En esta ocasión, esta Cofradía se estrenará en el desfile de Paz y Caridad como Hermandad Sacramental, tras la concesión del título por Monseñor Yanguas, por lo que el Hermano Mayor portará un collar con una simbólica llave del Sagrario y los cirios que escolten el Libro de Constituciones serán de color rojo, tal y como detalla su secretario, Míkel Rubio.
Otra de las novedades a destacar es, sin duda, que la imagen del Jesús con la Caña procesionará luciendo por primera vez en 70 años su Clámide Decimonónica, una vez restaurada entre junio de 2021 y marzo de 2022 por el taller sevillano de bordados Sucesores de Esperanza Elena Caro, bajo la dirección de Carlos Elena Menéndez y Gonzalo Navarro Ambrojo.
Pero las novedades, según subraya Rubio, no acaban ahí, ya que la circunstancia de que no haya podido salir en procesión en los últimos tres años –uno por lluvia y dos por pandemia– ha hecho que ahora sea el momento de estrenar varios enseres procesionales, como los nuevos varales para los estandartes, recuperando el diseño de Pedro Romero Sequí, o los cetros infantiles y el institucional en caña y orfebrería en plata, obra de la Orfebrería Orovio de la Torre, de Torralba de Calatrava (Ciudad Real).
A ello hay que sumar el estreno en procesión de la pintura en óleo sobre tabla realizada para la portada del Libro de Constituciones por el cartelista de la Semana Santa de 2019, Antonio Díaz Arnido.
Y completan este conjunto de estrenos los cetros de Hermano Mayor, obra del reconocido orfebre Manuel Seco Velasco (principios del siglo XX), que se han restaurado y bañado en plata, añadiendo, asimismo, otras piezas con el fin de homogeneizar su diseño al del resto de enseres.
LA NEGACIÓN DE SAN PEDRO
La Negación de San Pedro, por su parte, conmemora este año el 30 Aniversario de su Fundación, desde que el 7 de marzo de 1992 se firmara el acta fundacional. Una efeméride que está llevando consigo la celebración de numerosas actividades y que el Miércoles Santo en la Procesión del Silencio también se hará notar a simple vista. Y es que, tal y como detalla el secretario de la Hermandad, Juan Carlos Muñoz, tanto los banceros como el guión, los estandartes y todas la insignias lucirán crespones negros en memoria tanto de los fallecidos por la pandemia de la Covid-19 como por las víctimas de la guerra en Ucrania.
Asimismo, en la salida de la procesión se hará entrega de la medalla conmemorativa del 30 Aniversario al director de la Asociación Musical Moteña, banda hermanada con La Negación de San Pedro, con el fin de que la luzca a lo largo del desfile procesional. Un gesto que se verá complementado con la interpretación, a cargo del Coro Sottovoce, del motete ‘Ter Me Negabis’, compuesto expresamente para la hermandad en 2017 por Pedro Pablo Morante, a la llegada del desfile a la Anteplaza.
LA SOLEDAD (SAN AGUSTÍN)
La Vble. Hermandad de Nuestra Señora de la Soledad (de San Agustín), por último, se encuentra inmersa en el 75 Aniversario de la Hechura de su talla titular, obra de Federico Collaut-Valera. En la
Procesión Camino del Calvario, este año la Virgen llevará un pañuelo con una “L” bordada en oro, obra del taller conquense Bordados en Oro San Julián, que ha sido donado por una hermana, además de portar tanto el rosario de oro del IV Centenario de la Hermandad como el de una hermana fallecida en 2019, según detalla la secretaria de la Hermandad, Aurora Garrote.
El estreno de una saya de la Soledad, previsto inicialmente en la procesión de este año, se hará finalmente en la Función Religiosa de septiembre. Una saya con diseños ornamentales de la Hermana Mayor, Eva Gómez Román, hija de Encarnación Román, la bordadora que hizo gran parte del ajuar de la Virgen.
