Según los datos publicados por el Ministerio del Interior en el portal estadístico de criminalidad, en la provincia de Cuenca se registraron durante 2020 un total de 1.249 ciberdelitos de los que una gran mayoría, 1.074 concretamente, corresponden a fraudes informáticos.
En estas prácticas están incluidos métodos como la estafa con tarjeta de crédito, débito o cheques de viaje, que tienen una pena de prisión de cuatro a ocho meses; también se ven reflejados ataques informáticos o acceso ilegal a información de uso privado que, en este último caso, serán castigados con hasta tres años de cárcel.
En el cómputo total de estas infracciones cometidas a través de internet también aparecen plasmadas 72 denuncias por amenazas y coacciones a través de la red, 54 por falsificación informática y 22 por infracciones contra el honor. Y, aunque con una proporción menor, en la provincia de Cuenca se registraron en 2020 seis ciberdelitos sexuales que, tal y como indica el recién estrenado Equipo @ de la Guardia Civil de Cuenca son difíciles de investigar porque “las víctimas no denuncian por miedo a lo que pensarán sus familiares, amigos y personas cercanas”.
De este modo, también cabe señalar que se produjeron cinco interferencias en los datos y el sistema de empresas conquenses y uno contra la propiedad intelectual/industrial. Ante esta problemática, desde el Equipo @ aseguran que existen casos de empresarios de Cuenca que han visto los datos de sus empresas encriptados y para recuperarlos han cedido a amenazas y chantajes para “no dañar la imagen del negocio”.
Por ello, desde la Comandancia de la Guardia Civil de Cuenca hacen hincapié en la importancia de denunciar estos hechos para poder combatir las malas prácticas a través de la red de internet.
La Asociación Provincial de Empresas de Tecnología de la Información (APETI) formada por 20 empresas de informática está integrada en CEOE-Cepyme Cuenca y alerta a los empresarios conquenses cada año de que los ciberdelitos están en auge y para controlarlos es necesario estar prevenidos.
Y sí, los negocios y pequeñas pymes de Cuenca cuentan normalmente con sistemas que protegen sus perfiles profesionales, bases de datos o cuentas bancarias porque “lo que más les preocupa es que encripten sus sistemas y tengan acceso a las particularidades de sus clientes”, explica Augusto Bustos, presidente de APETI.
Para evitarlo es necesario llevar a cabo un mantenimiento continuado y preventivo para en caso de sufrir un asalto a través de la red poder pararlo cuanto antes. Además, es necesario formar a los empleados con el objetivo de que sean capaces de detectar anomalías en los equipos y por supuesto, desde la Asociación les animan a hacer copias de seguridad todos los días.
Por otro lado, los conquenses también se decantan por instalar un firewall o antivirus, aunque para que sean efectivos, desde APETI alertan de que deben estar siempre actualizados.