Hasta la irrupción de los smartphones, solía ser habitual inmortalizaar en papel fotográfico las estampas familiares más navideñas. Pero con la popularización de las cámaras en los dispositivos móviles, parece que todas estas costumbres de antaño se dejaron un poco de lado: las galerías virtuales han ido acumulando más y más fotos y, la calidad de las mismas, en detrimento.
Desde hace unos años, han vuelto a resurgir la tradición de ir a los estudios de fotografía o que los fotógrafos vengan a nuestras casas para plasmas la ilusión y la emotividad de esta época del año, otra vez, en el papel.
Así lo pone de manifiesto Sara de Lerma, fotógrafa conquense que desde octubre regenta el estudio fotográfico Inefable, situado en la parte baja de la plaza Reina Sofia del barrio Fuente del Oro.
“Parecía que la apuesta por plasmar los momentos navideños se había ido perdiendo y dejando un poco de lado, pero sin duda se está recuperando poco a poco”, indica De Lerma.
Precisamente estas sesiones fotográficas de carácter navideño son el producto estrella de su estudio en estos primeros meses de vida. “Han sido muchísimas las familias que se han interesado por estas sesiones de Navidad”, subraya De Lerma, quien confiesa que le ha sorprendido la “avalancha de solicitudes” y “muy agracedida”.
“Parecía que eso de mandar postales era de hace unos años, pero se está notando que vuelve a recuperarse la tradición”
El paquete navideño incluye fotografías en el doble formato de papel y digital. Si bien la mayoría de los que buscan un fotógrafo profesional para sus estampas navideñas lo tienen claro, buscan plasmar esos momentos en papel.
“Aunque pase las sesiones fotográficas que se llevan a cabo en formato digital, la gente sigue estando a favor de tener esas estampas en físico, en papel como toda la vida, e incluso es un soporte que cada vez se está pidiendo más”, asegura De Lerma.
Lo más solicitado estos días está siendo sobre todo las ampliaciones, para ver en grande estos momentos capturados, pero también las fotográficas impresas en lienzo, en aluminio e incluso en formato postal.
“Parecía que eso de mandar postales era de hace unos años, pero se está notando que vuelve a recuperarse la tradición”, detalla la fotógrafa, quien asegura que más de una sesión que ha llevado a cabo con motivo de estas fechas navideñas ha acabo impresa en dicho formato.
“Luego las envían por correo postal a sus familiares que están viviendo fuera de Cuenca, y está siendo una forma muy original de volver a felicitar las fiestas como se hacía hasta hace no tantos años”, asegura.
Pero estas sesiones fotográficas no solo parten de forma voluntaria por los interesados, sino que se están convirtiendo también en uno de los regalos estrella. Y es que, según la responsable de Inefable Estudio, durante estos días también se compran vales para regalar fotografía.
“Muchas veces la gente ya no sabe qué regalar, y parece que se está volviendo a poner el foco en la fotografía profesional regalando vales para sesiones que plasmen el embarazo o a los recién nacidos”.
Con todo, una vuelta de la tradicional estampa familiar en esto días de Navidad adaptada al siglo XXI mezclando el papel fotográfico con los nuevos formatos como el lienzo o planchas metálicas, así como la recuperación de las postales y la vuelta a los estudios profesionales.