Se acerca el Día de Todos los Santos y quienes han perdido a algún ser querido no han dudado, un año más, en hacer sus encargos florales para llevar un ramo o centro al cementerio. Viveros La Mezquita es una de esas empresas que esta semana trabaja a contrarreloj para dar respuesta a todas las peticiones de los conquenses, aunque esta campaña tiene ciertas singularidades.
El 80 por ciento de los clientes prefiere arreglos con flor natural mientras que el 20 por ciento se decanta por artificiales que pueden durarles todo el año. Si bien, los precios varían en función del tipo de flor que elijan.
Como es tradicional, los gladiolos, claveles y margaritas son las flores estrella de estos días, pero hay quien prefiere arriesgar y decantarse por proteas o delfinium, especies tropicales que cada vez se venden más. “Cada cliente tiene su gusto y nosotros intentamos dar forma a la idea que traen en su cabeza”, señala Paula Orozo de Viveros La Mezquita.
El abanico de precios es variado ya que en La Mezquita se adaptan al presupuesto de cada cliente y juegan con las diferentes variedades de planta para crear algo vistoso pero que no suba demasiado de precio.
En este sentido, es necesario tener en cuenta que venden ramos de claveles desde doce euros, aunque hay quien compra ramos de cincuenta euros en adelante. “Todo depende de cada cliente”, explica Orozco.
Sí que es cierto que este año en Viveros La Mezquita han hecho un esfuerzo por mantener los precios de anteriores campañas a pesar de las subidas de precios. Y es que las altas temperaturas han hecho que los productores holandeses vean reducida su cosecha y, por tanto, sea necesario exportar flor de otros países, lo que encarece los costes.
Otra de las particularidades de esta campaña es que al caer en miércoles el propio día de Los Santos, los encargos se han repartido entre el fin de semana previo y el posterior, por lo que la campaña se va a extender en el tiempo más que otros años.
“Hay clientes que van a aprovechar y van a ir al cementerio el fin de semana anterior, pero hay quien viajará al pueblo el propio día uno que es festivo”, concluye Paula Orozco.
