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Memoria histórica

Flores y un memorial para recordar a los conquenses víctimas del nazismo

Un monolito en el Paseo del Huécar recuerda a los deportados a los campos de concentración. Familiares y asociaciones memoristas les han dedicado un homenaje lleno de música y poesía
Fotos: María Valverde
10/06/2023 - María Valverde

Un monolito en el paseo del Huécar para sellar la eternidad. Así es como los familiares y las Asociaciones Memorialistas han querido grabar en el recuerdo de Cuenca a sus vecinos víctimas del nazismo. Un total de 99 conquenses que fueron  deportados a los campos de concentración, de los que 65 fueron asesinados en Mauthausen, Gussen, Dachau o Buchenwald, entre otros. 

El acto, conducido por el periodista Jesús Huerta, ha puesto de manifiesto el ostracismo al que han estado condenadas sus historias, un silencio fruto del miedo "a hablar de política" y del olvido.  Ahora ese silencio se ha roto y las familias, aliviadas, han podido tener el homenaje que han perseguido durante años acompañados de la música del cantautor Luis Pastor y del músico conquense Perico Krack.

Sufrimiento y espera. Las dos son las palabras más repetidas en las intervenciones de los seis parientes que han participado en el acto y de los representantes de la Asociación Recuperación Memoria Histórica, Ciudadanos por la República de Cuenca y La Gavilla Verde. 

El alcalde, Darío Dolz, ha destacado que se ha cumplido "con la deuda moral de reconocer y recordar a los conquenses que lucharon por la libertad social que fueron víctimas de un genocidio atroz".  

Eso sí, ha remarcado que solo se ha cumplido con la mitad de la moción autorizada en el Ayuntamiento, por lo que Dolz ha anunciado que estos conquenses recibirán la declaración de hijos adoptivos. "Será una  primeras cosas que haremos al inicio de esta de esta legislatura", ha añadido. La propuesta fue presentada por María Ángeles García, también presente en la solemne ceremonia, una iniciativa que el equipo de Gobierno no dudó en aprobar.

 “La memoria recuperada por los conquenses que dieron su vida por la libertad debe constituir una lección ejemplar sobre lo que no nunca más debería ni debe ocurrir”, ha subrayado la portavoz de Cuenca en Marcha durante su intervencíon. Algo que ha destacado Miguel Ángel Valero que, en representación de la Diputación, ha formado parte del acto, el último en calidad de concejal. “La tiranía jamás se puede imponer”, ha afirmado con rotundidad y ha asegurado que la única manera de combatirla es a través de la educación. A su vez ha remarcado que Cuenca es una ciudad "que cuida a los luchadores de la libertad". 

Detrás del atril han pasado los conquenses que han luchado por indagar, con la ayuda de los investigadores Ana Esteban y Herminio Lebrero, la cruda realidad de sus antepasados para sacarlos a la luz tras un largo tiempo en el cajón del olvido. Los discursos han entremezclado la poca historia que les ha llegado al presente de sus familiares, la poesía que han escrito para ellos, cómo les conocieron y el silencio que han vivido sus vidas. A pesar de toda la oscuridad contenida en sus experiencias en los campos de concentración, sus familiares las quieren compartir con "orgullo". 

Después de días de calvario, los pocos que sobrevivieron fueron liberados, un momento que supuso la llegada de la paz tras la tormenta. Así lo recoge el juramento de Mauthausen. "Al fin las puertas de uno de los campos más terribles y más sangrientos se abren. Partiendo en todas las direcciones, volveremos libres a nuestros países liberados del fascismo", rezan las primeras líneas. 

Los parientes de Eulogio Martínez, Alfredo Ruescas, Fortunato Cañego, Manuel Azaustre y Dositeo Moreno han reflejado el dolor de la espera de los allegados más cercanos a estas víctimas y han rememorado cómo la vida se les paralizó. Uno de estos testimonios lo ha trasladado Miguel Ángel Cubillo, familiar de Fortunato Cañego, que un día cruzó las fronteras del país para nunca volver. Él era el tío abuelo de Cubillo, que hoy ha homenajeado su memoria. Fortunato nunca contó detalles sobre su reclusión en los campos de concentración de Mauthausen, Gusen y Dachau, en los que estuvo 1.554 días. "Las historias de la guerra no se contaban por el miedo", ha afirmado Cubillo. "El silencio de la deportación a los campos nazis fue uno de los más grandes", ha concluido. 

A las palabras y a las poesías le ha seguido la música del cantautor Luis Pastor, que ha amenizado la ofrenda floral de los parientes en el monolito.Después de colorear con flores la memoria de las víctimas del nazismo, Pastor arrancó una última canción a cappella, `Mariposas´, una melodía que se ha fundido con el improvisado coro de los familiares.