La tradición se mantiene entre los conquenses. Con motivo del día de Todos los Santos, los cementerios de la provincia se llenan estos días de ciudadanos que recuerdan a sus seres queridos fallecidos depositando flores en sus tumbas. Y dentro del rito, lo clásico sigue triunfando: claveles, gladiolos y margaritas son lo más vendido campaña tras campaña en las floristerías conquenses aunque cada vez se demandan más flores “exóticas”.
Las floristerías no dan abasto estos días para preparar los encargos de la campaña de Todos los Santos, la más fuerte del año. Como en el resto de establecimientos de este tipo, en Flor de Nácar, en Cuenca capital, el goteo de clientes y las llamadas telefónicas son continuos, con un denominador común: “Lo clásico no falla. Claveles, gladiolos, margaritas, crisantemos y lilium son lo más solicitado. Y también las rosas, que están presentes en todas las campañas. Aunque aumenta la venta de flores no ya exóticas pero sí más informales, como giradoles, hortensias, calas o anthurium”, detalla su propietario, Francisco Domínguez.
Lo mismo cuenta María Luz Armero Patiño, de la floristería Las Camelias, que corrobora que lo más vendido en su establecimiento son claveles, gladiolos, margaritas y rosas aunque también se van introduciendo “flores exóticas como el anthurium, la astromelia o la gerbera”.
En el caso de los crisantemos, la flor por antonomasia para honrar a los fallecidos, Domínguez indica que cada vez hay variedades más sofisticadas. “Hay auténticas maravillas”, indica mientras muestra una flor que parece de todo menos un crisantemo.
Lo más demandado son los centros de flores y los ramos, dependiendo de si es para una lápida o para una tumba, aunque también los hay que compran plantas o flores sueltas, aunque suele ser lo minoritario. “También han subido las ventas de flor de tela”, dicen desde Flor de Nácar.
En relación con los colores más solicitados por los conquenses, lo clásico se impone una vez más: rojo, rosa, blanco y amarillo se llevan la palma en estos dos establecimientos consultados.
No obstante y aunque la tradición reina en los encargos para Todos los Santos, desde Flor de Nácar señalan que, si el cliente no les hace una demanda muy específica, intentan “darle un toque diferente, más moderno”, más allá del tradicional centro de flores en forma de pirámide. En este punto, van ganando terreno los centros tipo almohadón, sobre todo para las tumbas: aguantan mejor el viento y son más vistosos.
Los conquenses gastan una media de entre 30 y 50 euros para honrar a sus seres queridos
En cuanto al precio medio que pagan los conquenses en estas fechas para recordar a sus seres queridos difuntos, este oscila entre 30 y 50 euros aunque varía mucho dependiendo del tipo de flor que se elija.
A pesar de que la incertidumbre debido a la pandemia planeó el año pasado sobre la campaña hasta el final, los resultados fueron mejor de lo esperado. “Se incrementaron las ventas. Fue muy intenso. Creemos que esta edición volverá a ser como la de 2019”, indican desde la floristería Flor de Nácar.
En el caso de Las Camelias, no pueden comparar con el año pasado dado que el establecimiento no estuvo abierto en esas fechas porque la propietaria se había contagiado con anterioridad de Covid-19 y todavía se encontraba débil para afrontar una campaña tan fuerte como la de Todos los Santos por lo que optaron por cerrar. “Pero este año hemos notado un incremento importante”, asegura Armero.
En cuanto a los establecimientos, en el caso de la capital, además de las diferentes floristerías, durante estos días también hay un mercadillo de flores en plaza de España. Estará hasta el propio 1 de noviembre y participan siete puestos, según fuentes municipales.