Firmado por 15 años el contrato de gestión del restaurante de las Casas Colgadas

La empresa adjudicataria de las Casas Colgadas, Tranto Restauración, de la que forma parte el chef conquense estrella Michelin Jesús Segura, tendrá dos meses para poner en marcha el restaurante de este emblemático edificio de la capital conquense, una vez se ha firmado este viernes el correspondiente contrato para el uso y explotación de este establecimiento de restauración durante los próximos 15 años.

Rúbrica entre el alcalde de la ciudad, Darío Dolz, y el chef Segura, que ha tenido lugar en el Salón de Plenos del Consistorio y a la que han asistido, entre otros, el concejal de Hacienda, Patrimonio y Promoción Empresarial y Empleo, Juan Manuel Martínez Melero, y el delegado provincial de Hacienda y Administraciones Públicas del Gobierno regional, Ramón Pérez Tornero.

El regidor conquense, que se ha mostrado muy contento porque finalmente se haya producido la esperada firma del contrato, ha resaltado la relevancia de este acto que pone fin a nueve años de espera, desde 2013, lo que no ha dudado en tildar de “demasiado tiempo”.

Casi una década repleta de todo tipo de vicisitudes, con pandemia incluida, que ha llevado consigo la rehabilitación de las Casas Colgadas y la Casa de la Sirena con una inversión cercana al millón de euros. Obras que, en su opinión, permiten contar con “un espacio magnífico para la restauración”, que, según espera, abra sus puertas cuanto antes.

No menos contento se ha mostrado el chef conquense Jesús Segura, quien ha remarcado tener “mucha ilusión y ganas” de volver a la que considera “su casa” 22 años después. Y es que, tal y como ha subrayado, fue en las Casas Colgadas donde tuvo su primer trabajo.

Segura ha querido agradecer a las administraciones públicas que han hecho posible la recuperación de las Casas Colgadas y que ha permitido “poner un edificio del siglo XV en el siglo XXI”, esperando que “duren, por lo menos, otros 200 años más”.

Con el contrato rubricado, la empresa Tranto Restauración dispondrá del uso y explotación del restaurante Casas Colgadas durante los próximos 15 años por un importe de 756.000 euros, a razón de 50.400 euros al año.

Segura tiene claro que ahora “toca correr, y mucho”, pero confía en que puedan tener listo el restaurante en los dos meses marcados para ello, es decir, en la segunda quincena de julio, porque “por suerte ya hemos ido avanzando mucho”.

Además, tal y como ha apuntado a preguntas de los periodistas, el Ayuntamiento ha autorizado la práctica totalidad de las modificaciones planteadas por la empresa adjudicataria para poder poner en marcha en este magnífico espacio un establecimiento de restauración.

Entre las principales peticiones se encontraba la colocación de una barra en la denominada Sala Negra (antiguo comedor principal del restaurante original) o el dar una solución al problema de accesibilidad existente en la puerta principal del restaurante Casas Colgadas. Solución que pasará, según ha detallado el chef, por retranquear la puerta hacia atrás y se colocará un sistema de acceso de puertas rápidas para que una persona en silla de ruedas pueda dar el giro necesario para entrar; sin olvidar que, de esta manera, se podrán abrir las dos hojas de la puerta.

Dolz ha apuntado, en este sentido, que el Ayuntamiento ha sido muy meticuloso en este asunto, pidiendo informes a la Gerencia Municipal de Urbanismo y consultando al Servicio de Patrimonio de la Junta de Comunidades para garantizar que todo se hiciera de manera correcta y adecuada.

Segura va a mantener la filosofía inicial para este espacio gastronómico, que generará entre 14 y 16 nuevos puestos de trabajo y que verá reducido su aforo a los 50 o 60 comensales, aunque el alcalde ha puesto sobre la mesa la posibilidad de utilizar las balconadas, que, como ha recordado, fueron reforzadas durante la rehabilitación integral del edificio.

En consecuencia, se pretende abrir, por un lado, el restaurante Casa de la Sirena, y, por otro, el restaurante Casas Colgadas, respondiendo a la morfología de estos edificios. Y la filosofía de trabajo, según el chef estrella Michelin, se continuará con la misma que vienen desarrollando en el gastronómico de Trivio, es decir, “esa cocina de secano que luego evolucionó a ese ‘Cocinamos Cuenca’, que es la bandera que hemos llevamos en los últimos años, y que, simplemente por ser el enclave que es, vamos a potenciarlo más”.

Una apuesta gastronómica que, según ha subrayado, “nos ha dado mucha relevancia nacional y esperemos que Michelin en el día de mañana nos vuelva a querer un poquito”.