A ritmo de batucada, de la misma forma que empezó se despedía este domingo el Festival de Otoño después de un intenso mes de noviembre en el que la cultura y el deporte han tomado las calles de Cuenca implicando con ello a más de 500 personas, que han dejado muy alto el pabellón del talento conquense.
Además de la exposición de artistas que a lo largo de toda la mañana se ha podido visitar en el Paseo del Arte, la jornada arrancaba con un espectáculo infantil en los jardines de la Diputación Provincial. Benjú, el pequeño extraterrestre, ha copado la atención de los más pequeños, que a pesar del frío han seguido entusiasmados la historia del cuentacuentos que les ha enseñado la importancia de cuidar el planeta.
Para entrar en calor, los asistentes han podido disfrutar de una degustación de productos conquenses, gracias a la colaboración de la marca de calidad ‘Donde nacen los Sabores’, de la Asociación de Productores Agroalimentarios de la Provincia de Cuenca, y de la asociación de cocineros ‘Eurotoques’. Una sabrosa despedida para esta iniciativa que ha llevado a las calles cerca de un centenar de actividades para todos los públicos que se han desarrollado en una docena de localizaciones
El broche lo ponía la Asociación Cultural Sambas Colgadas, que animaba este domingo el centro de Cuenca con un pasacalles que ha congregado a un numeroso público de todas las edades y que, como viene ocurriendo desde que el festival urbano salió a la calle, ha sorprendido gratamente a los visitantes.
Esa proyección turística de Cuenca a través de la cultura, el arte y el deporte, junto a la dinamización del comercio y la hostelería, es el objetivo con el que se proyectó esta novedosa iniciativa impulsada por Voicce, con la colaboración de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, Diputación y el Ayuntamiento de Cuenca, y según las primeras estimaciones la experiencia ha resultado todo un éxito.