Conquenses y visitantes han vivido con fervor el milagro de la resurrección en un domingo donde amanecía con nubarrones y, a pesar de la amenaza de lluvia, se ha podido desarrollar con normalidad la procesión del Encuentro.
Aunque se haya retrasado quince minutos el inicio de la procesión desde San Andrés, finalmente las imágenes de Nuestro Padre Jesús Resucitado y María Santísima del Amparo han salido a la calle, tomando cada paso caminos separados. El primero, por el Peso, Palafox y Calderón de la Barca. La segunda, por Solera, Alonso de Ojeda, los Tintes, Fray Luis de León.
En la Plaza de la Constitución, donde se ha congregado muchísimo público, llegaban pasadas las once y media cada imagen. María Santísima del Amparo lo hacía con su tradicional manto negro en señal de luto, que justo en el momento que se le ha retirado para dejar paso al manto verde esperanza, un rayo de sol de abría de entre las nubes.
Casualidad o destino divino, las dos imágenes empezaron a bailar una en frente de la otra al compás del himno nacional mientras las palomas volaban sobre Nuestro Padre Jesús Resucitado y María Santísima de Amparo y un numeroso público mostraba su fervor por la resurrección de Nuestro Señor con un caluroso aplauso.
Tras el homenaje a los nazarenos fallecidos en el último año, las dos imágenes ya juntas empezaron a procesionar por Carretería, Aguirre y Las Torres hacia San Andrés, todo ello con paso festivo con las marchas que iba interpretando la Banda de Música de Cuenca.
Al ritmo de la preciosa marcha ‘La esperanza de María’ interpretada por la banda de Trompetas y Tambores de la Junta de Cofradías empezaban a llegar los estandartes de las 33 hermandades de la Semana Santa de Cuenca han llegado a la plaza de San Andrés pasada la una y cuarto de la mañana.
Ante una plaza abarrotada, Nuestro Padre Jesús Resucitado y María Santísima de la Esperanza entraron a la iglesia de San Andrés de forma gloriosa a hombros de sus banceros al compás del himno nacional el primero y de la marcha de infantes la Virgen dando así el punto final a una Semana Santa de Cuenca 2025 espléndida.
