Una feria redonda pese a la obligada ausencia de Roca Rey que es el torero-anuncio de la cartelería diseñada por MaxiToro, en ese cite tan torero y genuino del diestro peruano, que se ha visto obligado a cortar definitivamente toda la temporada. Maximino puso pronto el remedio ante tan importante ausencia, anunciando a Cayetano, quien por cierto el año pasado no pudo venir a Cuenca por lesión. Ya se sabe que agosto es el mes taurino por excelencia y las cogidas y lesiones se suelen suceder, de ahí que toquemos madera de burladero, pues cuando escribimos estas líneas, El Fandi se va recuperando de una rotura de fibras del gemelo externo de la pierna izquierda (que le ha hecho perder algunos festejos), y el debutante Pablo Aguado igualmente va mejorando de una lesión en el hombro derecho, de un golpe de un toro de José Vázquez en Gijón, ganadería que pondrá los toros para su faena en Cuenca.
Son veinte años de Maximino Pérez como empresario del coso conquense y la de 2019 es su feria número 21, desde aquella primera de 1999 en la que ya estaban anunciados El Juli y Morante de la Puebla, dos de las figuras indiscutibles que vuelven por San Julián, aunque peligró la presencia de ambos. Quien vuelve a Cuenca es otro de los fijos, Enrique Ponce, tras su grave percance en Valencia, en Fallas, y su reaparición triunfal y con indulto en El Puerto de Santa María. El valenciano de origen motillano por su abuelo Leandro, hará su paseíllo número 20 en la plaza del Paseo Chicuelo II, tras su paso por Almería y dos tardes en Bilbao. A Ponce le encanta torear en Cuenca, plaza en la que lleva viniendo desde 1992.
El empresario ha sabido mover las cartas de la baraja taurina para alternar a las figuras con los toreros emergentes, en una de las ferias más importantes de España. De los doce matadores de toros y tres rejoneadores anunciados para hacer el paseíllo, cinco lo harán por primera vez: Curro Díaz (anunciado en 2017 con la corrida de Cebada Gago que suspendió la lluvia), el valenciano Román, David de Miranda, Pablo Aguado y el rejoneador Guillermo Hermoso de Mendoza, y otros cinco repetirán respecto al año pasado: Morante, El Juli, Manzanares, El Fandi y Sergio Galán.
Si ha quedado fuera algún triunfador del pasado año (por ejemplo José Garrido o Álvaro Lorenzo), ha sido por exigencias de las fechas, pero con promesa de volver, incluso si hubiese alguna obligada sustitución que lo permitiera la agenda. Por tanto, están todos los que pueden estar en una feria de tronío como la de Cuenca, tercera en España en número de abonados, con un impacto económico de más de dos millones y medio de euros.
Una feria por tanto tan bien rematada como novedosa, tanto por lo que se refiere a los toreros como a las ganaderías, aunque en el caso torista lo que importa es que las reses embistan y puedan dar el juego apetecido, aunque los hierros de Pallarés, Benítez Cubero, Román Sorando (con toro premiado la feria pasada), Hermanos García Jiménez y José Vázquez (“el ganadero de Cuenca” con sus indultos), invitan a la manida frase de “¿Dónde vas? ¡¡A los toros!!!” (“¿De dónde vienes?”… lo diremos en la siguiente edición).
Se abre el ciclo sanjulianero este sábado 24 con la denominada corrida “torista” de los Santa Coloma de Pallarés, que pastan en la sevillana Marchena. Forman la terna el linarense Curro Díaz, torero de arte y sentimiento; el valenciano Román, valiente a carta cabal, recuperado de su cornalón en Las Ventas, que tiene raíces conquenses de Villarejo de Fuentes, y el jerezano Ginés Marín, que pasó de puntillas en 2017, pero que regresa con ansias de triunfo. (Para la noche sabatina, el espectáculo de los recortes).
Para el domingo 25, cita con “el arte del rejoneo”, con los toros de Benítez Cubero, también de Marchena. La primera corrida de rejones en Cuenca se celebró en 1969, es decir hace 50 años. Repite el taranconero Sergio Galán, siempre querido y apreciado aquí; vuelve Andy Cartagena, con su buen hacer y montura, y se presenta Guillermo Hermoso de Mendoza, que quiere seguir la línea de su padre (“de casta le viene al galgo”), aunque con estilo propio. (Por la mañana, el recuperado espectáculo cómico-taurino-musical de “Popeye Torero”).
El lunes 26, entre sol y sombra, ante un cartel más que atractivo integrado por Enrique Ponce (el maestro con mando en plaza más anunciado en Cuenca); el torero-banderillero “El Fandi” siempre esperado, y Miguel Ángel Perera, varias ferias triunfador aquí, por lo que se prevé una gran tarde de toros con los astados de Román Sorando, ganadería que ha vuelto por sus fueros.
Para el martes 27, otro cartel de relumbrón, pues al lesionado Roca Rey lo suple no sólo en Cuenca, sino en otras plazas, Cayetano, ausente el año pasado por lesión. Parece que han cambiado los papeles. Abre plaza Morante de la Puebla, de quien siempre se espera ese toreo que rezuma arte y sabor, con capa y muleta, y cierra un debutante en Cuenca: el onubense David de Miranda, que en San Isidro abrió la puerta grande, tras meses de reposo por una grave cornada. Los toros serán de los Hermanos García Jiménez, de El Cabaco (Salamanca).
Se cierra la redonda feria de 2019 con otro cartel de tronío, encabezado por “El Juli”, que en 2018 nos dejó una faena de ensueño. Es el torero más anunciado por Maximino en estos 21 años: veinte veces, aunque fallase alguna tarde. Le acompañará José María Manzanares (ambos juntos en 2018 en la “corrida monstruo”) y cerrará la terna el sevillano Pablo Aguado, que abrió la Puerta del Príncipe de Sevilla. Se le espera con expectación, aunque estos días se recupera de su lesión en Gijón, con un toro de José Vázquez, ganadería que repite un año más en Cuenca, su plaza, quizá con algún hijo de toros indultados.
Lo dicho, feria de postín esta “Champions 2019” para la que esperamos que el tiempo acompañe, los toros embistan y el público se divierta en los rebosantes tendidos ante el variado espectáculo taurino de arte y valor que se anuncia por San Julián. Suerte… y al toro.
