Cuenca inaugura este lunes la fase 2 y con ella bares y restaurantes pueden servir dentro del local y no solo en la terraza. Eso sí, al 40% del aforo y con dos metros de separación entre mesas.
Los negocios del sector de la restauración arrancan con todas las medidas de seguridad cubiertas y bajo condiciones, en parte, similares a las de la fase 1. Los hosteleros conquenses y su economía agradecen acercarse poco a poco a esa “nueva normalidad” tan esperada.
Indicaciones, carteles o geles hidroalcohólicos forman parte del mobiliario de casi la totalidad de los establecimientos, como si de un servilletero más se tratara.
Los camareros y camareras reajustan las mesas dentro de los locales y señalizan cuales pueden o no usarse. En Cafetería La Antigua han señalizado con cruces negras las mesas que no están disponibles. “La gente se anima más a la terraza porque hace buen tiempo varios se han animado a disfrutar de un desayuno dentro”, apunta Francisco del Cid.
En este establecimiento los asientos interiores son de cuero por lo que como apunta el gerente “son superficies fáciles de limpiar con un paño impregnado en una solución desinfectante”.
De momento el servicio en barra no está permitido a no ser que se instalen mamparas divisorias en los negocios que solo ofrecen este tipo de oferta. Por ahora, son muchos los que prefieren funcionar con la ocupación en mesa porque “hacer un desembolso en mamparas y que luego no sean realmente eficaces nos ocasionaría más pérdidas”, destaca Jesús Valiente de Kfé Lorca.
Valiente prefiere establecer su propio sistema de gestión de aforo. El hostelero ha colocado el cartel de ‘reservado’ en todas las mesas interiores para que así, el cliente tenga la obligación de preguntar antes de sentarse. “Cuando se acerquen a preguntarme yo los distribuiré según estime, separados el máximo posible del resto de clientes”, comenta.
La calla San Francisco, conocida por su amplia variedad y oferta de ocio permanecía en silencio durante estas semanas. Durante la fase 1 tan solo una cervecería abría sus puertas, pero hoy el Mesón José se anima a levantar la persiana de nuevo. Por ahora, solo con servicio de terraza porque “al ser el primer día queremos ver cómo responde la gente y el comedor empezaremos a gestionarlo preferiblemente con reserva, aunque todavía no tenemos ninguna”, apunta Ana Saiz.
El distanciamiento en la terraza es su prioridad, pero también cuentan con una solución de agua y ozono para limpiar. “Todos los platos, vasos, en definitiva, lo que toca el cliente, pasa por este líquido. Gracias a esto eliminamos cualquier tipo de bacteria, tanto en los utensilios que salen a terraza como dentro del bar”, destaca.
Medidas generales
La desinfección de mesas y sillas, manteles desechables de un solo uso y eliminar vinagreras o palilleros para sustituirlos por envases monodosis de uso individual debe ser la máxima en todos los establecimientos.
Los baños vuelven a estar abiertos y la limpieza es extrema. Hay quien pulveriza el WC y las superficies con desinfectante cada vez que sale un usuario, aunque también hay establecimientos que los higienizan dos veces al día.
Tanto clientes como trabajadores suben escalones en la desescalada. La fase 2 relaja algunas medidas de aforo y apertura que permiten caminar al sector de la restauración hacia la “nueva normalidad “, con cautela y precaución, pero con decisión y seguridad.