La familia de Mari Carmen y sus muñecos traerá su cuerpo a Cuenca para las exequias
La familia de María del Carmen Martínez, conocida como Mari Carmen y sus muñecos, quien falleció este jueves en Puerto de la Cruz (Tenerife), trasladará los restos mortales de la artista a su ciudad natal de Cuenca para las exequias, han informado a EFE fuentes del Ayuntamiento canario.
La ventrílocua y humorista, de 80 años, falleció tras sufrir una caída en su domicilio de Puerto de la Cruz y, aunque se está a la espera de los resultados de la autopsia, la Policía Nacional ha informado de que aparentemente no se observan circunstancias extrañas en la muerte.
Una vez concluyan los trámites forenses, los restos de la artista que dio voz y "vida" a Doña Rogelia, al pato Nicol, al león Rodolfo y la niña Daisy (su elenco de muñecos), serán trasladados a Cuenca, donde nació el 4 de mayo de 1943.
Residía por temporadas desde hace diez años en Puerto de la Cruz, una ciudad en la que se sentía muy cómoda. En el ayuntamiento canario la recuerdan como "pizpireta" y "muy cordial" y acudía ocasionalmente para visitar al alcalde, Marco Antonio González Mesa.
Desde Castilla-La Mancha y Cuenca también se han trasmitido condolencias por el fallecimiento de la artista. El alcalde de la capital, Darío Dolz, ha destacado de la popular artista el haber sido "una gran embajadora de Cuenca", al tiempo que ha trasladado sus condolencias a familiares y amigos.
También el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha subrayado la figura de la ventrílocua conquense, "una mujer que forma parte d ela cultura popular de este país, que durante años estuvo presente en nuestros hogares acompañándonos y arrancándonos más de un risa".
Mari Carmen y sus Muñecos fue nombrada hija predilecta de Castilla-La Mancha en el año 2012 como reconocimiento a toda una vida sobre los escenarios.
Además, el año pasado la ventrílocua ya se había dejado hecha en vida su lápida en el cementerio del Santísimo Cristo del Perdón de la capital.
“Siempre Mary Carmen y vuestros muñecos reíremos desde el cielo”, reza el epitafio en su tumba, en granito gris y que incluye una escultura de un arcángel.