Este viernes se han retirado los andamios de la fachada del Ayuntamiento que da la Anteplaza tras las intervenciones que se han realizado estos últimos meses para poner a punto esta joya de la arquitectura civil barroca.
Como explicaba al comienzo de las obras el arquitecto responsable del proyecto, Fernando Olmedilla, las diferentes actuaciones se han centrado sobre todo en eliminar las zonas más dañadas y sustituirlas con morteros de restauración volumétrica, limpiar en profundidad, e iluminar el inmueble, respetando siempre lo existente.
La restauración de la fachada de la Anteplaza supone la primera fase de una actuación integral que alcanza los 200.000 euros de presupuesto y que continúa ahora en la fachada principal que mira a la Plaza Mayor.
En esta primera fase, la zona más complicada ha sido la de piedra. Toda la fachada de la Anteplaza ha sufrido muchos retoques a lo largo de su historia, desde pequeñas operaciones de fijación de alguna pieza de piedra o reposición con morteros de cemento, “que son los que más daños han ocasionado”.
En este sentido, ha habido que picar para limpiar esa costra hasta la parte sana de la piedra y recomponer con morteros de cal. Posteriormente, se ha aplicado un consolidante para que se conserve mejor y sea más resistente y luego se ha tonificado para mantener la igualdad en el color. También se han sellado algunas grietas de las bóvedas y se ha recuperado la policromía original que aún se conserva.
Asimismo, se ha incorporado iluminación ornamental con el sistema led RGB, con la posibilidad de funcionar en color, de forma que se pueda utilizar el edificio como fachada reclamo, como ocurre con muchos inmuebles históricos e institucionales.
