Este lunes ha sido inaugurada en la pedanía de Mohorte la fábrica de biomasa, que tras una inversión de 4,5 millones de euros tiene capacidad para producir 15.000 toneladas anuales de pellet, a razón de 3.500 kilos a la hora, gracias a los aportes de los recursos forestales de la provincia de Cuenca, en especial de la Fábrica Municipal de Madera, junto a la que está ubicada.
Una docena de trabajadores formarán parte de la plantilla de la fábrica una vez esté a pleno rendimiento pero se espera que su actividad genere otros 50 empleos, sobre todo para la instalación de calderas de biomasa y la distribución de pellet.
El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García Page, ha señalado que la administración regional fomentará el uso de esta energía limpia en edificios públicos como colegios y hospitales, por lo que se le dará un trato “preferente”.
En esta línea, ha asegurado que se van a renovar 47 calderas de colegios de la región y que también se adaptará la de la Dirección Provincial de Agricultura y Medio Ambiente. La idea es que el nuevo hospital de Cuenca, cuyas obras de construcción han sido visitadas esta misma mañana por el presidente, también funcione con este combustible.
En la actualidad, colegios como el de Fuente del Oro y las piscinas del Luis Ocaña ya funcionan con calderas de biomasa.
Apuesta por la sostenibilidad
Para García-Page, lo importante no es que este combustible limpio sea “más o menos caro” sino, sobre todo, “la corresponsabilidad de la sostenibilidad del medio ambiente y de la economía”. No en vano, está convencido de que la industria forestal podrá dar trabajo a más de mil familias en los próximos años solo en la provincia de Cuenca.
En este contexto de apuesta por las energías renovables, el presidente regional ha defendido la necesidad de impulsar una estrategia global de crecimiento económico en la que el cuidado del medio ambiente y de los recursos naturales de la región sean una prioridad, algo que según ha adelantado se verá refrendado este mismo año con la Ley de Economía Circular y la Estrategia contra el Cambio Climático.
Inversión empresarial
La inversión para la construcción de la fábrica ha sido financiada con fondos propios de la empresa SunWood. Aunque los 4,5 millones de euros invertidos podrían incrementarse hasta los 10 cuando se empiecen a instalar calderas adaptadas a la biomasa en edificios públicos y residencias privadas.
La adjudicación de la gestión de estas instalaciones, hay que recordar, le fue concedida en la pasada legislatura a la empresa por un periodo de veinte años. Un cambio de los terrenos elegidos inicialmente para instalar la empresa ha demorado dos años la inauguración del proyecto.
Junto a la fábrica de Cuenca, esta compañía de servicios energéticos especializada en la producción y venta de energía renovable térmica y de biocombustibles a partir de residuos forestales cuenta con dos plantas en Andalucía y una en Castilla y León, a las que en breve se sumará otra en Los Navalucillos (Toledo).
En la inauguración de la planta han estado también, respaldando la apuesta de la empresa por Cuenca, el alcalde de la ciudad, Ángel Mariscal, el presidente de la Diputación, Benjamín Prieto, y el vicepresidente primero del Gobierno regional, José Luis Martínez Guijarro.
