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Cardiología

Un estilo de vida saludable, clave para tener un corazón sano

La obesidad, el sedentarismo, el tabaquismo o la diabetes son factores de riesgo determinantes para sufrir infartos y anginas de pecho
Fotos: Saúl García
16/09/2023 - María Valverde

Catéteres, stents y marcapasos que salvan vidas. Los tres son elementos indispensables para los cardiólogos intervencionistas, profesionales que, gracias a su labor, cuidan de la salud del corazón y de sus arterias.

Sergio Abán es parte del equipo de Hemodinámica Cardíaca y Radiología Intervencionista del Hospital Virgen de la Luz, donde lunes, martes y jueves implanta cateterismos y marcapasos, imprescindibles para que, el motor de la vida, bombee. Cada año los sanitarios de esta área insertan en torno a 140 marcapasos. El centro comenzó a colocar catéteres en julio de 2019. Desde esa fecha se han llevado a cabo 1.250 cateterismos. 

Julián Ballesteros es uno de los rostros que se esconden tras esta última cifra. A sus 75 años de edad, ha pasado por cuatro intervenciones de cateterismo, la última antes de la pandemia. “El primero me lo hicieron hace más de 15 años”, cuenta. 

Su estado de salud lo lleva a revisiones anuales para vigilar de cerca sus arterias y a tomar medicación diaria. “Llevo un parche en el corazón. También me han recetado una inyección cada 15 días”. Él fue paciente de Sergio en las dos últimas intervenciones. Las primeras fueron en Toledo, cuando aún no se había incorporado la Sala Mixta de Hemodinámica Cardiaca y Radiología Intervencionista a la cartera de servicios del hospital. A partir de 2019, Julián ya tenía la posibilidad de recibir esta asistencia en Cuenca. Este cambio para él se traduce en facilidades y en una espera menor. De hecho, el tiempo es clave en estos procedimientos, especialmente si la persona presenta un caso grave. Gracias a esta nueva prestación en el Hospital Virgen de la Luz, entre el 90% y el 95% de los cateterismos se practican en el centro. “Antes, diariamente se trasladaban pacientes en ambulancia a otros hospitales”, señala Abán. 

“A más edad, más posibilidades de que el sistema de conducción del corazón, el que genera los latidos, empiece a fallar”

Desde hace cuatro años, este cambio ha incidido fundamentalmente en los conquenses, que ya no tienen que invertir horas para llegar a otro centro para ser atendidos. “Sobre todo, se ha generado un beneficio al paciente”, asegura. La Sala Mixta Hemodinámica Cardíaca y Radiología Intervencionista recibe la visita de los hemodinamistas y cardiólogos intervencionistas del Hospital General de Albacete. Cuando este nuevo servicio arrancó, ellos se encargaron de formar a los profesionales del Hospital Virgen de la Luz. “Trabajamos conjuntamente. Vienen los martes y los jueves”, explica. 

Esta área, a los seis meses de su puesta en marcha, posibilitó más de 400 actos, entre ellos, 200 cateterismos. A los dos años ya acumulaba más de 2.400 actos médicos y más de 640 pacientes atendidos sin tener que salir de la provincia. 

Radiología Intervencionista registró en este mismo periodo 1.266 acciones, entre las que destacan más de 200 angiografías y cerca de 500 procedimientos de intervencionismo vascular diagnóstico y terapéutico. Asimismo, los especialistas del servicio de Angiología y Cirugía Vascular del Hospital de Cuenca usaron esta  sala para llevar a cabo más de 200 intervenciones, como, por ejemplo la colocación de endoprótesis vasculares.

ESTILO DE VIDA 

Abrir paso a la sangre ante obstrucciones o reforzar los latidos son, respectivamente, las dos funciones principales de las dos intervenciones con las que trabaja Abán semana tras semana. Cuidar el corazón no solo es responsabilidad de los cardiólogos del Hospital Virgen de la Luz. Es también una tarea personal diaria. Parte de los problemas del corazón pueden evitarse con un estilo de vida saludable, especialmente, las cardiopatías isquémicas, es decir, las anginas y los infartos. 

“Existe un porcentaje muy alto de padecerlas que está condicionado por malos hábitos, como, por ejemplo, el sedentarismo, fumar o tener obesidad”, explica Abán, una situación que detecta especialmente en jóvenes. El cardiólogo señala que, en muchas ocasiones, estos estilos de vida perjudiciales provocan que este tipo de patologías surjan a una edad temprana. 

Las enfermedades circulatorias son, de hecho, las que más defunciones provocan a nivel nacional. El año pasado, en 2022, fue la primera causa de mortalidad con un 26% del total. Las insuficiencias cardiacas son las que más muertes han provocado en la provincia, con 124 fallecidos. Le siguen las enfermedades hipertensivas con 79 defunciones y los infartos agudos con 70. Son 675 las muertes causadas por afecciones circulatorias. 

Las enfermedades circulatorias provocaron 675 muertes en 2022 en la provincia, en su mayoría por insuficiencia cardíaca

Todas las personas están expuestas a padecer este tipo de dolencias. “Hemos tenido casos de pacientes con una vida muy saludables o que son deportistas”. Sin embargo, cuidar nuestra alimentación y practicar actividades físicas son claves para evitar que se desarrollen las cardiopatías. “Al final, ello aporta un beneficio a largo plazo. No hay que hacer gran cosa, más bien, tener estos hábitos y mantenerlos en el tiempo”. 

Seguir estas pautas no solo incide en una menor posibilidad de padecer un infarto o una angina, también, ayuda a evitar otras enfermedades. 

“Cada día está más demostrado que es beneficioso y, sobre todo, que es un seguro de vida”. Abán, en el día a día, no percibe que haya más un tipo de intervención que otra. “Un mismo paciente puede necesitar un cateterismo y un marcapasos. Muchos han pasado por los dos procesos”, explica. Lo que sí diferencia es la relación de las cardiopatías con la edad. Los marcapasos están más presentes en personas mayores. “A más edad, más posibilidades de que el sistema de conducción del corazón, el que genera los latidos, empiece a fallar”. 

Las cardiopatías isquémicas se dan más en personas más jóvenes que presentan factores de riesgo como, por ejemplo, fumar, padecer diabetes, hipertensión u obesidad. “Son personas que no tienen un buen estilo de vida y ello, finalmente, repercute en las arterias del corazón”. 

“Si celebrar el Día de la Cardiología Intervencionista sirve para reforzar todos los mensajes sobre la importancia de tener un estilo de vida sano, por supuesto que es bienvenido”. Abán considera que, en muchos casos, “es más importante la prevención que el tratamiento”. 

Más que recordar la labor de estos especialistas, Abán hace hincapié en la importancia que tiene esta efeméride para reforzar en la ciudadanía la importancia de tener unas rutinas saludables. “Se pueden evitar este tipo de situaciones. Está bien que nosotros, los profesionales, estemos aquí para intentar poner una solución, pero hay que plantearse tratar de no llegar a ello”.