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Semana Santa 2021

“Espero que a la tercera vaya la vencida"

Al suspenderse las procesiones en 2020 y 2021, está previsto que el periodista y sacerdote Antonio Pelayo pregone la Semana Santa de 2022
“Espero que a la tercera vaya la vencida"
Fotos: Antonio Pelayo
27/03/2021 - Miguel A. Ramón

Lleva esperando dos años y el momento no llega. Ese momento que considera “una de sus mayores ilusiones”. El sacerdote y periodista Antonio Pelayo fue designado a finales de 2019 como el flamante pregonero de la Semana Santa de Cuenca de 2020, pero, tras su presentación oficial como tal por la Junta de Cofradías a finales de enero del pasado año, las circunstancias han querido que aún no haya sido posible y, por el momento, tendrá que confiar en que finalmente sea en 2022 cuando pueda pregonar la Semana de Pasión conquense. Una Semana Santa que tilda como “una de las más sentidas y profundas de las que se celebran en España”.

Desde Roma, se muestra esperanzado de que al final así sea y la evolución de la pandemia de la Covid-19 permita celebrar la Semana de Pasión conquense. Crisis sanitaria que, por supuesto, tendrá su espacio en ese pregón.

¿Cómo vive la situación de no poder pronunciar el pregón por segundo año consecutivo?

Espero que a la tercera vaya la vencida y en el año 2022 pueda pronunciar el pregón, una vez la situación, seguramente haya cambiado totalmente. Así podré realizar una de mis mayores ilusiones, como es ser pregonero de la Semana Santa de Cuenca, que la considero como una de las más sentidas y profundas de las que se celebran en España. Por eso, el no poder pronunciarlo por desgracia en 2020, al precipitarse las circunstancias, me apenó mucho. No obstante, este año lo daba por perdido ante la evolución de la pandemia y espero que pueda ser en 2022.

¿Qué pregón tiene preparado para el próximo año?

El pregón que iba a haber pronunciado en 2020, lógicamente, lo tenía preparado, pero, por supuesto, para el año 2022 no será el mismo. Y es que no solo han cambiado las circunstancias, sino también porque el que Cuenca vaya a poder celebrar sus procesiones de Semana Santa, después de dos años de parón, va a ser muy especial y tendrá una connotación o ambientación psicológica muy diversa y, por supuesto, el pregón eso lo debe de reflejar.

En la Semana Santa siempre se da la vivencia de la pasión de Cristo camino de la Pascua y la Resurrección, pero las circunstancias ambientales y existenciales en las que vivimos esa Semana Santa cambian y, en esta ocasión, lo han hecho sustancialmente por la pandemia del coronavirus. Por lo tanto, no tendría sentido que el pregón preparado para 2020 tuviera validez dos años después. Debe de ser y será distinto.

¿Qué líneas básicas va a incluir en ese pregón?

En esta vivencia de la Semana Santa, nos puede pasar lo que en la vida en otros planos. Una interrupción siempre es dolorosa, pero también puede ser fructuosa. El Papa Francisco ha repetido muchas veces, y lo seguirá repitiendo, que esta crisis de la pandemia puede ser y debe de ser una ocasión para rectificar, cambiar y mejorar, porque, como ha dicho él, de esta pandemia si salimos juntos, salimos mejor.

Entonces creo que esta interrupción dolorosa de la Semana Santa, nos va a permitir mejorarla y dejar a un lado aquellas cosas que se han ido acumulando y que no tenían demasiado sentido. En definitiva, purificarla. Y el pregón irá en esa línea; es decir, cómo tenemos que aprovechar lo que ha ocurrido, este sufrimiento, esta frustración de no poder celebrar la Semana Santa como se ha venido haciendo durante siglos, para purificarla, hacerla perder todo lo superfluo.

¿Cómo va a vivir Antonio Pelayo la Semana Santa?

La voy a vivir lógicamente en Roma. Como sabéis aquí no hay procesiones. No está en la tradición romana, porque todo está centrado en la liturgia presidida por el Papa. Todavía no han hecho público el programa, pero seguro que el Papa va a celebrar todas las ceremonias. Quizá la única que no se celebre sea la Misa Crismal con todos los obispos de Roma y con su clero por las limitaciones de la pandemia. Pero la procesión del Domingo de Ramos la hará dentro de la Basílica del Vaticano, y no en la plaza, y el Vía Crucis no será en el Coliseo, sino en el Vaticano. Bueno y yo me voy a unir presencialmente en todo lo que pueda al Papa y la liturgia papal. Y lo que no sea presencial, tendrá que ser virtual, porque todas las ceremonias del Santo Padre van a ser retransmitidas en directo como es normal en la pandemia.

O sea que va a vivir intensamente la Semana Santa ¿no?

Bueno, claro que sí, porque la Semana Santa es una vivencia muy personal e íntima y debe asociarse a la Pasión de Cristo y eso no cambia. No habrá nazarenos, procesiones, cirios, carracas. etc. pero la vivencia interna de asociarse a Cristo, eso no cambia y hay que mantenerlo contra viento y marea.

“Espero que a la tercera vaya la vencida"

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