El primer miércoles de junio se conmemora cada año en España el Día Nacional del Donante de Órganos aunque, en esta edición, la pandemia ha obligado a adaptar la celebración a las circunstancias. Así, desde ALCER Cuenca, que representa a los enfermos renales y trasplantados de riñón de la provincia, se han organizado varias actividades online y también se han sumado a una campaña nacional denominada Donar es amar, que consiste en rotular una mascarilla con este lema y compartirla en redes sociales con el objetivo de sensibilizar a la población sobre la importancia de las donaciones.
Con las imágenes recopiladas en la provincia, ALCER tiene previsto preparar un vídeo que pretende servir también como homenaje a las personas y familiares que regalaron nuevas oportunidades a otras con su generosidad. Leticia Contreras, trabajadora social de la asociación, explica que ya se han sumado a la campaña el equipo de Nefrología del hospital Virgen de la Luz y los jugadores del Conquense y del Liberbank Cuenca, entre otros colectivos.
Además, la asociación también ha organizado en torno a esta efeméride un concurso de carteles -el ganador es la imagen del cartel del Día Nacional del Donante 2020 en Cuenca-; y una escape room virtual bajo el lema ‘Alerta donante’ que propone a los participantes un reto relacionado con la donación de órganos a través de diferentes acertijos y pruebas de agudeza visual.
Asimismo, también han lanzado una cuestación online a través de la aplicación Bizum. Quien desee colaborar debe introducir desde esta aplicación o desde su propia banca online el código 00399 o buscar ALCER Cuenca en el listado de asociaciones. Se admiten donativos desde 0,50 euros sin coste añadido para el colaborador.
El objetivo es recaudar fondos para sufragar la labor que desarrolla el colectivo, presidido por Clemente Gómez y que cuenta con más de cien asociados en la provincia. De todas formas, Contreras detalla que en Cuenca hay 296 enfermos renales, entre ellos 93 que reciben diálisis.
Entre los socios de ALCER hay tanto personas trasplantadas como otras que esperan una donación compatible. Desde que comenzó la pandemia, la asociación ha notado que las necesidades económicas de algunos de ellos han aumentado. Por ello, han proporcionado ayudas de emergencia a enfermos renales en forma de alimentos o de pago de suministros y que han sido financiadas a través de un fondo que puso en marcha Globalcaja.
Y también han detectado necesidades de apoyo psicológico dado que, a los efectos causados por el confinamiento en la mayoría de la población, había que sumar una mayor inquietud en estos pacientes al ser población de riesgo frente a la Covid-19. “Había miedo, ansiedad y mucho estrés durante la diálisis”, recuerda la trabajadora social que, no obstante, subraya que en el hospital se puso en marcha un protocolo muy exhaustivo para evitar contagios.
Contreras aprovecha para recordar a dos personas muy queridas para la asociación, Gonzalo Pelayo y José María Saiz, que nos dejaron durante la pandemia.
En marzo, había en la provincia de Cuenca una veintena de personas que esperaban un trasplante de riñónOtra de las consecuencias de la crisis causada por la Covid-19 ha sido la caída de las donaciones y de los trasplantes, de hasta el 85% en el conjunto nacional dado que la actividad trasplantadora prácticamente se ha reducido a lo denominado urgencia cero, es decir, casos de vida o muerte que no podían posponerse.
Desde ALCER señalan que, en marzo, había en la provincia de Cuenca una veintena de personas que esperaban un trasplante de riñón. Los pacientes se derivan fundamentalmente a Albacete y Madrid dado que en el hospital Virgen de la Luz no se llevan a cabo trasplantes de riñón. Ahora que la emergencia sanitaria por la Covid-19 parece remitir, la actividad se va a reanudando poco a poco para dar una segunda oportunidad a aquellas personas que necesitan una donación para mejorar su calidad de vida.