Miguel Ángel Troitiño, uno de los geógrafos más reconocidos de toda España, ya tiene su mirador en Cuenca. El pleno del Ayuntamiento de la capital ha aprobado este jueves, con la unanimidad de todos los grupos políticos, dedicar al Catedrático de Geografía Humana por la Universidad Complutense de Madrid el mirador ya existente en la ladera del barrio del castillo hacia la Hoz del Huécar, poco antes del aparcamiento en superficie.
El concejal de Cultura, Miguel Ángel Valero, ha querido agradecer el apoyo unánime a este reconocimiento, porque “es todo un referente y un personaje que ha trabajado mucho, y bien, por Cuenca y que ha hecho mucho por nuestra ciudad, siendo clave para su declaración en 1996 como Ciudad Patrimonio de la Humanidad”. Gesto al que se ha sumado el propio alcalde, Darío Dolz, quien, visiblemente afectado, no ha querido pasar por alto la oportunidad de agradecer este merecido homenaje al que fuera su amigo.
Valero ha explicado que el mirador asignado a este experto mundial en patrimonio “ya lo eligió él mismo, sin saberlo, cuando observaba la Hoz del Huécar y pensaba que esa era la mejor vista de Cuenca para elaborar los estudios analíticos y empíricos necesarios para proclamar esta ciudad Patrimonio de la Humanidad”.
En este sentido, ha llamado la atención sobre el hecho de que se trata de un mirador ya existente, en el que hay unos bancos y al que “tenemos la obligación de ponerle su nombre y, además, hacerlo sin que se note que hemos actuado, que es, al fin y al cabo, la filosofía de su trabajo en torno a la cultura urbanística de las ciudades históricas”.
Los portavoces del resto de formaciones con representación en el Pleno no han dudado en mostrar su apoyo a esta iniciativa, como ya adelantarán en la Comisión de Cultura correspondiente donde se abordó este tema, si bien en el caso de Cuenca En Marcha y Partido Popular han coincidido en lamentar que este tipo de reconocimiento se hagan a título póstumo y no en vida.
Desde Cuenca Nos Une, por su parte, Dámaso Matarranz ha querido aprovechar este asunto para reivindicar el importante papel de los geógrafos, como era Troitiño, en la formación y desarrollo de las ciudades, al tiempo que ha asegurado que “siguen siendo un elemento referente de aportación de conocimiento muy importante para entender el funcionamiento de las ciudades”.
Valero no ha dudado en insistir en lo merecido del homenaje a este experto mundial en patrimonio, del que ha realizado una pequeña semblanza haciendo un somero repaso a su impresionante trayectoria en disciplinas como el planeamiento urbanístico, la ordenación del territorio y, por primera vez en la historia, en el turismo vinculado a las ciudades y los elementos patrimoniales.
Ha recordado que fue, entre otras cosas, director del Observatorio Turístico del Grupo de Ciudades Patrimonio de la Humanidad de 2006 a 2013; uno de los colaboradores activos de las ciudades patrimonio de la humanidad y director del proyecto de evaluación y gestión de impacto de la actividad turística en los palacios nazaríes de la Alhambra, que fue uno de los primeros trabajos en el ámbito europeo sobre elementos patrimoniales con destacado valor histórico. También perteneció al Consejo Iberoamericano de Conservación de Centros Históricos y del Comité Español de Icomos.
