A pesar de la luvia que de forma intermitente hacía acto de presencia esta tarde en Cuenca, la ciudad ha sido testigo de una emotiva y hermosa procesión del Corpus Christi. Esta celebración, que tiene lugar posterior al octavo jueves del Domingo de Pascua, ha brillado con todo su esplendor, llenando las calles de fervor y devoción.
Los actos comenzaban a las 18 horas con una solemne Misa en la Catedral, presidida por el obispo de la Diócesis, monseñor José María Yanguas, para continuar con el desfile de la Custodia desde la Catedral hasta hasta San Esteban, pasando por la calle del Peso y la Puerta de Valencia.
Al salir la Custodia de la Catedral se producía el primer amago de lluvia para, a continuación, el sol tomar el protagonismo y permitir iniciar con normalidad la celebración. Eso sí, la lluvia, con más fuerza, ha vuelto a aparecer en el recorrido, lo que ha llevado a que por unos minutos las calles se llenaran de paraguas al paso de la Custodia, portada por 20 banceros pertenecientes a distintas hermandades de la Semana Santa de Cuenca y otras hermandades de la ciudad.
Abría el desfile la Banda de Tambores y Trompetas de la Junta de Cofradías, seguida de la Cruz parroquial y ciriales, el Guion de la Junta de Cofradías de Semana Santa, así como los guiones de los patrones Virgen de la Luz y San Julián, y el guion de San Isidro. Tras la Custodia, autoridades eclesiásticas, la Comisión de la Junta de Cofradías, las autoridades locales con el alcalde, Darío Dolz, a la cabeza. Cerrando la comitiva, la la Banda de Música de Cuenca.
En el desfile –en el que también han participado las damas de la Congregación de Nuestra Señora de la Soledad y de la Cruz, y el Muy Ilustre Cabildo de Caballeros y Escuderos de la Ciudad de Cuenca – han sido 57 niños y niñas que este año han tomado la Primera Comunión los que han acompañado al Altísimo Sacramento. Durante el recorrido, que la lluvia no ha podido deslucir, los pequeños han obsequiado en varias ocasiones al Santísimo con una lluvia de pétalos de rosa
A pesar de las inclemencias meteorológias y de ser un fin de semana largo debido al puente, numerosas personas han salido a las calles para seguir el desfile eucarístico. Los siete altares que se han levantado en el recorrido han sido otros de los puntos de encuentro de los conquenses para seguir la procesión que celebra la Solemnidad del Santísimo Cuerpo y Sangre de Cristo.
Los niños y niñas que han tomado su Primera Comunión este año han demostrado una serenidad encomiable durante el desfile, que ha trascurrido con gran solemnidad.
Cabe destacar que, por primera vez, el horario de salida se ha retrasado a las 19:00 horas, lo que ha permitido a más personas unirse a esta manifestación de fe que se ha desarrollado por espacio de tres horas.
Aún con las adversidades climáticas la solemnidad y la belleza de esta festividad se han manifestado con gran esplendor en las calles de la ciudad, que ha renovado su fe y devoción al Santísimo Sacramento.