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Feria Taurina de San Julián 2023

Emilio de Justo, máximo triunfador, salió a hombros junto al homenajeado El Juli

Roca Rey (una oreja), se quedó sin puerta grande pese a la petición. Los toros de Rehuelga ofrecieron variado juego, con tres aplaudidos en el arrastre. El Juli, en su despedida, recibió una cerámica de Tomás Bux
Fotos: Saúl García
30/08/2023 - Chicuelito

Con la última corrida de la Feria de San Julián 2023, la Champions del toreo, se ha vuelto a escribir otra página para la Historia de la Tauromaquia local, pues con la plaza casi llena se ha vivido una tarde de emociones, primero con la despedida ante la afición conquense de Julián López “El Juli”, que recibió una preciosa cerámica de Tomás Bux por ser el torero que más tardes ha abierto la puerta grande, once veces con la de este miércoles 30, además de ser el más anunciado: 22 ferias, veinte actuaciones y 30 orejas en su haber. El propio empresario, Maximino Pérez, sacó a hombros a El Juli, acompañado, cómo no, de Curro Cano, el especialista en portar a los triunfadores. Y segundo, con el rotundo triunfo del extremeño Emilio de Justo (cuatro orejas), en su tercera feria consecutiva abriendo la puerta grande. Roca Rey (una oreja), observó que el presidente le “abrió” el portón a El Juli, por la petición del público, y se la cerró a él, también con petición del respetable. Cosas veredes, porque lo justo fue lo de Emilio de Justo, claro.

 

EMILIO DE JUSTO

 

En la pasada feria comenzábamos con Emilio de Justo, que le había cortado dos orejas a un toro de Rehuelga, que por cierto se llevó el Trofeo al Mejor Toro. Este año, el torero extremeño ha redoblado su triunfo con cuatro apéndices. Recibió a su primero, “Gitanillo” con lucidas verónicas, doblando las manos el de Rehuelga. Tras una buena vara, tres pares de banderillas bien colocados, para dar paso al último tercio con Emilio de Justo, muleta en mano, preparado para iniciar la faena con unos doblones probando la embestida, que era buena. Faena inteligente en la que De Justo fue cimentando su labor muleteril con tandas sobre la derecha, con aplomo y armonía, entre los aplausos del respetable. Con la zurda le costó un poco más, pero logró muletazos de tesonero esfuerzo. Volvió a la mano derecha para lucirse de nuevo en series de redondos y los largos pases de pecho. Faena larga con remates lucidos, que le costó un aviso. La estocada surtió rápidos efectos y los tendidos se llenaron de pañuelos reclamando las dos orejas que paseó en la triunfal vuelta al ruedo. “Gitanillo” fue aplaudido en el arrastre.

En el quinto, Emilio de Justo volvió a instrumentar seis verónicas y la media de mucho empaque al “Aceituno” de turno, el mejor presentado de fina estampa. Empujó el toro ante el piquero, que le puso dos puyazos en uno, para pasar al tercio de banderillas, con un buen tercer par. Emilio de Justo, ya con la puerta grande en el bolsillo, brindó la faena al público que prácticamente llenaba los tendidos y andanadas. El extremeño volvió a torear por bajo con vistosos doblones para fijar la embestida que logró en las series despaciosas por la derecha y el interminable pase de pecho. Otra faena de rotundidad torera, marcando los tiempos y embarcando a la res en los largos trazos de la flámula. Cambió de mano y surgieron los naturales precisos y preciosos, mientras la Banda interpretaba “Concha flamenca”. Emilio de Justo toreaba a gusto, el público le acompañaba y los olés se repetían. Los espectadores aplaudieron a los músicos y el extremeño aún terminó con ayudados genuflexos y otro portentoso remate de pecho. Estocada hasta las cintas y la petición de nuevo unánime: dos orejas, en otra interminable vuelta al ruedo.

 

EL JULI

Abrió plaza Julián López “El Juli”, emocionado con ese homenaje inicial y no pudo estar muy lucido ante “Mediokilo”, que ya tras salir del capote de Julián hincó los pitones en la arena, flojeando de los remos. Leve puyazo y dos pares de banderillas, pues el burel de Rehuelga no estaba para fiestas. El Juli, con su sapiencia de 25 años de alternativa, le hizo una faena aseadita, de enfermero, para intentar ligar algunos pases sueltos sobre ambas manos, con un toreo al ralentí. No había más que hacer y para más inri, la estocada cayó desprendida, aunque muy efectista. Se le aplaudió.

En el cuarto, tras el “show” del gallo, la manguera, la pintura de las rayas del ruedo y el bocadillo, Julián recibió por verónicas y chicuelinas a “Meleno”, lucero, coletero y pati blanco, que parecía una pintura de los tiempos de Cúchares. Recibió un puyacito del piquero y dos pares y medio de garapullos. El Juli hizo el quite por apretadas y vistosas chicuelinas cerradas con la media y brindó su faena al público, en el deseo de abrir la puerta grande. El torero de Velilla de San Antonio construyó una faena de cierto empaque, cargando la suerte sobre la mano derecha, por donde mejor embestía “Meleno”. Luego sacó naturales de calidad y alargó el brazo en los pases de pecho largos y pausados. Labor inteligente, de maestro en plaza, sufriendo alguna colada, lo que hizo que se envalentonase y refrendase su labor con cambios de mano en los remates. Acabó de estocada certera y hubo petición de oreja que aumentó para pedir la segunda que le llevase a hombros en su despedida de Cuenca. El presidente accedió y El Juli, emocionado, dio la vuelta al anillo dando gracias, por ese reconocimiento.

 

ROCA REY

 

No tiene suerte Andrés Roca Rey en la plaza de Cuenca, pues de cinco paseíllos sólo ha salido una vez a hombros. Pudo acompañar a El Juli y De Justo, pues había cortado una oreja en su primero, pero en el sexto la gran petición de la oreja no fue atendida y sí las dos para El Juli, con lo que el peruano tuvo que irse por la puerta de cuadrillas. Se podía decir aquello de que a Roca Rey le tocó el lote menos potable y peligroso, pero cierto es que un torero de su categoría, líder del escalafón, no estuvo a la altura esperada. Ni en su primero ni en el sexto se le vio lucirse con el capote, salvo los lances pertinentes. Su picador fue aplaudido cuando picó a “Tocador”, el toro que trajo por la calle de la amargura a los banderilleros, sobre todo a Antonio Chacón al que persiguió hasta las tablas. Roca Rey brindó la faena al público y con su buen hacer con las telas fue sacando una faena variada, con estilo y mando, pero sin perder de vista las intenciones del cornúpeta de aviesas intenciones. Faena inteligente, sin duda, con largos naturales aplomados y ayudados, exponiendo mucho. La estocada caidilla fue suficiente y tras la petición del púbico paseó una oreja por el redondel.

En el que cerró plaza, de nuevo pasó desapercibido en el toreo de capa ante el velocista “Beato” (de uñas de gato), que le propinó algún susto, aunque lo más llamativo fue golpearse la cara con una banderilla al iniciar la faena de muleta. Antes, el de Rehuelga recibió el castigo de una larga vara, y aún volvió al peto. Tras el incidente con la banderilla, Roca Rey fue construyendo una faena eficaz sobre la mano derecha, exponiendo mucho, a los acordes de “Clarines de gloria”. Faltaba transmisión, pero el peruano fue capaz de instrumentar algunos pases meritorios para firmar una serie de redondos con su sello personal. Tras un pinchazo y una estocada bajera “Beato” fue arrastrado al desolladero mientras los pañuelos seguían pidiendo la oreja que abriese la puerta grande. Ovación para Roca Rey que se fue entre aplausos, mientras Emilio de Justo y El Juli salían por la puerta grande en el cierre de la Feria. ¿Y los "santacolomas" de Rehuelga? Gran parte del público premió a cuatro en el arrastre.

 

5-09-1927: A CUATRO AÑOS DEL CENTENARIO

 

La procedencia de los toros de Rehuelga (Santa Coloma), nos recuerda que la corrida inaugural de la actual plaza de toros de Cuenca se celebró el día 5 de septiembre de 1927 (fiesta de la Traslación de San Julián), con toros de Santa Coloma para los espadas Valencia II, Marcial Lalanda y Martín Agüero. Por tanto, estamos a cuatro años de su Centenario. El día 6 se celebró la segunda corrida con toros de Samuel Hermanos para Antonio Márquez, El Niño de la Palma y Félix Rodríguez, que sustituyó a Nicanor Villalta. El día 7 hubo charlotada con Llapisera y los días 4 y 8, funciones de circo, además de dos conciertos nocturnos de la Banda Municipal de Madrid. Valga la nota para aclarar el error que estos días se ha difundido en prensa sobre la fecha de celebración de la primera corrida en esta plaza, que en realidad fue el 5 de septiembre, y no el 6 y el 7, como bien figura en los preciosos carteles que se editaron.

 

LA FICHA

Quinto festejo de la Feria de San Julián. Corrida de toros. Miércoles, 30 de agosto de 2023. Presidió Emiliano García, asesorado por Miguel Tinajero y el veterinario Luis Colmenar. Al final de la corrida, Emilio de Justo y “El Juli” salieron por la puerta grande, llevando a Julián López el propio empresario, Maximino Pérez, que ya contó con él cuando empezó en 1999 y lo ha anunciado en 22 ferias. Todo un detalle en la despedida del torero de Velilla de San Antonio.

Julián López “El Juli”  (de gris perla y azabache): ovación y dos orejas.

Emilio de Justo (de naranja y oro), dos orejas y dos orejas.

Roca Rey (de gris perla y plata), una oreja y saludos tras petición de oreja.

El ganado: Se lidiaron seis toros de Rehuelga, bien presentados y con variado juego. Primero, flojo y complicado el sexto. Aplaudidos en el arrastre, segundo, tercero, cuarto y quinto. Salieron de toriles a velocidad de crucero y se emplearon con el caballo. Peso: 496 kilos, 523, 542, 447, 472 y 492.

Incidencias: La mejor entrada de la Feria, muy cercana al lleno, salvo algunos asientos vacíos en los tendidos del sol, con apreturas en la sombra. Temperatura agradable. En una de las filas del tendido 1 se encontraban el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, y el vicepresidente primero, José Luis Martínez, abonado en esa zona. Hicieron el despejo de plaza alguacililla y alguacilillo. Antes de iniciarse el festejo se comunicó por megafonía que se iba a entregar un recuerdo a Julián López “El Juli”, por ser el matador de toros que más tardes ha abierto la puerta grande. El concejal de Festejos, Mario Fernández, le entregó una cerámica taurina realizada por Tomás Bux, en medio de una gran ovación. Tras el tercer toro fue lanzado a Roca Rey un gallo que costó retirarlo del ruedo. No parece nada apropiado.