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Protección infantil

Emanciparse con ayuda de Aldeas Infantiles

El joven conquense Javier Saiz forma parte del programa ‘Preparados para emanciparse’ con el objetivo de ampliar la formación de educadores y cuidadores
Emanciparse con ayuda de Aldeas Infantiles
Foto: Saúl García
15/07/2020 - Paula Montero

El proyecto ‘Preparados para emanciparse’ creado por Aldeas Infantiles SOS cuenta con la participación del conquense Javier Saiz, un joven que desde los 10 años ha crecido dentro de la organización. El objetivo principal de la iniciativa es garantizar a los niños y jóvenes un sistema de protección infantil en el que los profesionales y educadores que los acompañan tengan la mejor preparación y las más adecuadas herramientas para facilitarles el proceso de emancipación e integración en la sociedad a partir de los 18 años.

“Queremos que se cuente con nuestra opinión para que todos los que vengan detrás sean los protagonistas de su vida”, relata Saiz. Para ello, educadores y trabajadores sociales e incluso el personal de administración reciben los consejos, diferentes puntos de vista e historias de vida de estos jóvenes expertos como Javier Saiz.

“Lo llamativo de esta iniciativa es que los jóvenes cobramos importancia, se escucha nuestra voz”, destaca. Formación para el personal implicado que se recibe de forma presencial y que en Cuenca tuvo lugar a finales del mes de enero; sin embargo, el próximo paso es abordar la formación interna de los cuidadores y tutores de la Aldea de Cuenca.

Esta vez también contarán con los testimonios de jóvenes extutelados puesto que estos chicos y chas viven una realidad diferente y desconocida. “Normalmente un chico o chica se independiza a partir de los 25 años o más y nuestra protección alcanza hasta los 18, si que es cierto que existen planes posteriores”, relata.

Esta actuación, cofinanciada por la Unión Europea, dio sus primeros pasos en diferentes provincias españolas durante los años 2017 y 2018 y pretende extenderse a otros países, teniendo en cuenta las diferencias y adaptaciones necesarias para cada uno de los territorios. De momento esperan delinear las bases para que entidades sociales, autoridades y Comunidades Autónomas tengan un propósito común.

"Queremos que se cuente con nuestra opinión para que todos los que vengan detrás sean los protagonistas de su vida"

EXPERIENCIA PERSONAL

Con 10 años Javier Saiz entró a la Aldea de Cuenca porque sus padres no podían hacerse cargo de él ni de su hermano. “La situación no era la adecuada, hacíamos tareas que un niño normal no hace a esa edad”, comenta Saiz. Los primeros meses los pasaron en un centro de media estancia hasta que tiempo después entraron a la propia Aldea de Cuenca a cargo de una cuidadora. “Es una casa normal y corriente, como la de cualquiera, y cuidaban de nosotros”, relata. Desconcierto, miedo e incertidumbre le invadían durante los primeros días, aunque después comprendió que era lo mejor. “No nos faltaba de nada y me sentía aliviado porque ya no estaba al frente de muchas responsabilidades”, apostilla.

A partir de los 16 años entró a una residencia de jóvenes y se topó con Raquel, una tutora que se ha convertido en su segunda madre. Años de los que se lleva personas, momentos y recuerdos bonitos, incluso cuando viajaban al pueblo para reencontrarse con sus padres, porque siempre se les facilitó el contacto con su familia.

Emanciparse con ayuda de Aldeas Infantiles

Comenzó la etapa de la Educación Secundaria Obligatoria y Bachillerato y la superó con éxito, tanto que a día de hoy es graduado en Derecho por la Universidad de Granada. “Había visitado la ciudad y me había gustado; a veces pensamos que tenemos un lugar en el mundo y yo sabía que Granada era mi sitio”, relata.

Logros que ha conseguido gracias al apoyo, esfuerzo y sacrificio de todos los que han estado a su lado en Aldeas Infantiles SOS Cuenca, “siempre tendré palabras de agradecimiento para ellos, en cada situación mala estaban ahí”.

Una historia de vida que es referente para contribuir a la formación de los profesionales de Aldeas porque a pesar de ser mayor de 18 años necesita de la ayuda y el soporte de Aldeas.

Desde su experiencia, trata de actualizar los conocimientos de quienes están detrás de los miles de niños y niñas de Aldeas Infantiles SOS, conociendo también la realidad de los jóvenes ex-tutelados. Así, cuando las generaciones venideras salgan al mundo habrán tenido el abrigo de sus cuidadores y estarán preparados para cumplir sus sueños.