“Mis padres usan el teléfono móvil mientras conducen”, “no es obligatorio usar el cinturón de seguridad si vamos en coche por un camino” o “no tenemos por qué utilizar el casco siempre que vamos en bicicleta”. Estos son algunos de los errores más comunes que los alumnos y alumnas del CEIP Fray Luis de León comentaron durante la jornada de seguridad vial, prevención de accidentes y soporte vital básico que la Asociación de Madres y Padres de Alumnos (AMPA) del centro ha organizado esta semana para concienciar a estos jóvenes conquenses.
En total, 185 niños y niñas de Educación Infantil y Primaria han trabajado junto a personal de la Jefatura Provincial de Tráfico, dos enfermeras de la Gerencia de Urgencias, Emergencias y Transporte Sanitario del Sescam, una trabajadora social y una terapeuta ocupacional de la Asociación de Daño Cerebral Sobrevenido (ADACE) y agentes del destacamento de Tráfico de la Guardia Civil de Cuenca para detectar y aclarar todas aquellas dudas y errores que los pequeños y sus familias cometen a diario.
Y es que, aprender sobre educación vial y primeros auxilios no solo puede salvar vidas sino que además es la ocasión perfecta para adquirir conocimientos, hábitos, comportamientos y actitudes positivas.
Divididos por curso y clase, disfrutaron a lo largo de toda la jornada lectiva del martes 10 de mayo de los diferentes talleres que se desarrollaron tanto en el patio del colegio como en las aulas y las pistas deportivas.
En primer lugar, Jorge Rodríguez, coordinador provincial de Educación Vial de la Jefatura Provincial de Cuenca les enseñó normas básicas de circulación a través de ‘Las aventuras de Katia’, un cuento educativo con el que los niños y niñas aprenden a usar correctamente la vía pública sin causar ni sufrir accidentes, además de, por ejemplo, conocer por qué es importante hacer uso de los sistemas de retención infantil cuando viajan en coche.
Después, para poner en práctica lo aprendido, transitaron en bicicleta, triciclo o patinete por un circuito móvil para asimilar conceptos tales como el significado de elementos de señalización horizontal, vertical y semáforos que habitualmente se encuentran en las calles de todas las ciudades del mundo. “Les divierten mucho estas actividades y aprenden mientras juegan”, comenta Jorge Rodríguez, quien además asegura que “la seguridad vial es algo que nos atañe a todos” y por ello espera que los niños impliquen a sus familias en esta materia.
Por otro lado, Sonia Escribano y Marian Gregorio, dos enfermeras de la Gerencia de Urgencias, Emergencias y Transporte Sanitario, impartieron un taller de primeros auxilios. Fundamentalmente, durante su intervención mostraron cómo se debe actuar cuando una persona pierde el conocimiento, una práctica a la que los pequeños atendieron muy atentos, tanto que, al terminar, supieron reproducir los pasos en maniquíes, peluches y entre compañeros. “Les mostramos cómo deben comprobar si una persona respira o no, cuándo deben llamar al 112 y cómo deben poner al afectado de lado hasta que lleguen los servicios médicos en su auxilio”, dicen. Y es que, tal y como recalcaron las enfermeras “con estos sencillos pasos se puede salvar la vida de una persona en cualquier situación” y es de vital importancia enseñar estos sencillos pasos en edades tempranas.
En esta línea, los casi doscientos alumnos y alumnas del centro tuvieron la oportunidad de inspeccionar el interior de una UVI Móvil, es decir, una ambulancia de Soporte Vital Avanzado que se destina a la atención de pacientes de riesgo alto y patologías graves. Los pequeños, se mostraron especialmente curiosos a la hora de conocer la utilidad de todos y cada uno de los instrumentos, monitores y equipos que normalmente se utilizan para atender a los pacientes in situ y durante el traslado hasta el centro sanitario más cercano. “Los niños preguntan, tienen interés y son muy participativos en estos talleres. Esto es muy importante porque se quedan con pequeñas claves y conceptos importantes”, aseguran las sanitarias.
Otra de las actividades que cautivaron a los alumnos fue la charla que la Asociación de Daño Cerebral Sobrevenido (ADACE) impartió en el CEIP Fray Luis de León. La terapeuta ocupacional Lucía Espinosa y la trabajadora social del centro, Celia Buedo, acercaron las claves de la prevención vial para evitar traumatismos craneoencefálicos. “Educarlos y concienciarlos sobre seguridad vial evitará que tengan conductas negativas y así podrán recordarle a los mayores cómo cumplir las normas”, aseguraban. Además, Goyo, uno de los usuarios de ADACE en Cuenca contó su propia experiencia para acercar la realidad de las personas con daño cerebral sobrevenido a los niños y niñas. “Goyo tuvo un accidente grave por no ponerse el casco al montar en bici y que los niños conozcan su historia les abrirá los ojos”, comentaban las trabajadoras de la asociación.
Finalmente, los niños y niñas se mostraron entusiasmados con la posibilidad de pilotar las motos con las que los agentes de Tráfico de la Guardia Civil patrullan en las carreteras de la provincia de Cuenca.
Con todo, la jornada fue educativa a la par que divertida para los 185 alumnos y alumnas que mediante el juego consiguieron aprender conocimientos claves para seguir las normas viales y saber cómo actuar en caso de sufrir un accidente.