Educar en igualdad de género para construir una sociedad más justa y un mundo cada vez mejor. En esa labor tienen que implicarse conjuntamente las familias y la comunidad educativa, responsables a partes iguales de que las futuras generaciones “fomenten los valores de empatía, corresponsabilidad y libertad”. Desde la Asociación Nosotras Pensando, Creando y Divulgando se pone el acento en que trabajar en conciencia de género “nada tiene que ver con la imposición de ideas o el adoctrinamiento”, sino que la clave es la coeducación para un “desarrollo en libertad y libre de estereotipos y sesgos”.
“Es fundamental que desde las etapas de infantil y primaria se dé valor a que el aula sea un espacio de igualdad y respeto en la convivencia, y que cada estudiante pueda expresar sus talentos, aptitudes y emociones sin sentir limitación por su género u otros factores socioculturales”, afirman desde la asociación.
La coeducación, en opinión de Nosotras, nos ayuda a construir una sociedad más justa promoviendo el respeto y la no discriminación desde edades tempranas: “Lo que queremos es educar en igualdad de derechos y oportunidades y que el resultado de esta educación beneficie a toda la comunidad, que nuestros jóvenes crezcan en un entorno que valore la diversidad y el respeto”. Un trabajo, que desde Nosotras creen que siempre hay que hacerlo de la mano de las familias.
EDUCACIÓN SECUNDARIA Y ADOLESCENCIA
Desde Nosotras nos recuerdan que la adolescencia es un momento extremadamente complejo en el que “la identidad se va forjando” y en el que se hace esencial la pertenencia al grupo y la “convivencia con personas adultas como referentes constructivos”.
Y es precisamente en la búsqueda de esos referentes cuando pueden aflorar algunos peligros: “lograr un clima de igualdad se convierte en una tarea ardua, ya que algunos adolescentes han tomado como figuras de referencia a personas xenófobas, tránsfobas, homófobas, antifeministas y consumen discursos contra la igualdad en las redes sociales. Contrastar la información es cada vez más importante y a la vez, más difícil que nunca”, advierten desde Nosotras.
“Queremos educar en igualdad y que nuestros jóvenes crezcan valorando la diversidad y el respeto”
Si algo está claro es que una inmensa mayoría del alumnado no está radicalizado, pero a veces son algunos discursos minoritarios los que hacen más ruido. “Hay discursos que hacen demasiado ruido y llaman más la atención; son los alumnos con discursos excluyentes los que suelen ocupar el espacio y es tarea de todo el equipo educativo que esto no ocurra”, nos cuentan desde la asociación.
El uso diario de las redes sociales entre los más jóvenes y la influencia que ejercen sobre los adolescentes los conocidos como tiktokers o youtubers han abierto la puerta a que algunos de nuestros jóvenes estén asumiendo discursos “más reaccionarios y patriarcales” al tener la sensación “de que pierden privilegios”. Frente a esos discursos minoritarios pero que se hacen notar, Nosotras nos recuerda que el feminismo y la igualdad están ahí “para mejorar la sociedad”.
UNIVERSIDAD E IGUALDAD
La universidad es una gran oportunidad para llevar la igualdad a las aulas al tratarse de un escenario “muy distinto y retador”. Desde Nosotras recuerdan “que se trata de personas adultas que en muchos casos han tenido una educación o unas experiencias contrarias a la igualdad de género”. Mientras la etapa de secundaria y la adolescencia “son una fuente de estereotipos y de rechazo de los valores de igualdad por una cuestión de rebeldía”, la universidad es el espacio idóneo para que la igualdad regrese a las aulas.
¿Pero cómo llevar esa igualdad al aula universitaria? Desde Nosotras apuestan por el uso de un lenguaje “respetuoso con todas las identidades de género”, haciendo especial hincapié en el lenguaje no sexista. “Para nosotras es importante también revisar el por qué faltan nombres de mujeres en las diferentes teorías que vemos, y creemos que para llevar la igualdad al aula universitaria funciona muy bien abrir un espacio de debate y fomentar el debate respetuoso y el pensamiento crítico”, nos dicen.
Generar espacios coeducativos, introducir cambios en los métodos tradicionales de la enseñanza y llevar al aula actividades que fomentan la igualdad es el camino que puede contribuir a moldear una sociedad cada vez más igualitaria.
Desde Nosotras Pensando, Creando y Divulgando quieren que se respete el marco legal para que los centros desarrollen y cumplan con los planes de igualdad “con convicción y calidad, y para ello hace falta personal y presupuesto”. La asociación propone además, entre otras cosas, que los centros y las aulas fomenten la participación equitativa, que los nombres y pronombres elegidos por cada persona se respeten y se fomente el pensamiento crítico.
"La educación en igualdad comienza en casa, donde padres y madres deben involucrarse"
Para la directora del Instituto de la Mujer de Castilla-La Mancha, Lourdes Luna, la educación en igualdad tiene que empezar en casa: “Muchas veces cargamos la responsabilidad en el ámbito educativo, que es muy importante, pero la educación en igualdad empieza en casa, donde los padres y las madres tienen que involucrarse”.
En palabras de Lourdes Luna, desde el Gobierno de Castilla-La Mancha se sigue trabajando en el ámbito educativo “para conseguir la igualdad real” y sobre todo “para prevenir la violencia de género”, porque “si no contamos con el 50% de la población que somos las mujeres, evidentemente esto no va a poder avanzar como debería”.
En opinión de la directora del Instituto de la Mujer, para quien resulta muy importante abordar la educación en igualdad desde edades muy tempranas, se trata de “trabajar en igualdad, no como una obligación, sino como un derecho, que algo tengamos asumido, que todos y todas tengamos asumido que es algo normal y algo necesario”.
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