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Educación Física

La Educación Física del futuro se gesta en Cuenca

Carlos Evangelio es un conquense que está realizando su tesis doctoral sobre un modelo de enseñanza híbrido que está llamado a revolucionar el aprendizaje
La Educación Física del futuro se gesta en Cuenca
Carlos Evangelio posa delante de la Facultad de Educación del Campus de Cuenca. Foto: M.Gómez
27/09/2018 - M.Gómez

Intenten revivir esta escena que es posible que algunos de nosotros hemos vivido o seguro que conocen a algún amigo o amiga que haya sido protagonista. Una clase de educación física, se están eligiendo los equipos y van quedando en último lugar aquellos niños que están mas apartados del grupo de clase. Pues esta imagen está pronto de desaparecer gracias a la iniciativa en la que está trabajando su tesis el conquense Carlos Evangelio. Este doctorando de la Facultad de Educación de la UCLM ha publicado recientemente en la revista europea EPER (European Physic al Education Review) un artículo sobre el que está realizando su trabajo, el cual está llamado a revolucionar la forma en la que la Educación Física se imparte en los centros.

“La hibridación de modelos pedagógicos es la cuestión que centra mi tesis sobre modelos de educación que están en auge y que rompen con lo que estamos acostumbrados en la Educación Física. Lo normal son clases en las que se mandan unas tareas rutinarias, una repetición de habilidades y todo lo manda el profesor. Pues bien, estos modelos cambian por completo la dinámica y le dan un papel autónomo al alumno”, declara Evangelio.

Esta hibridación de modelos tiene su base en tres inciativas educativas que se complementan para conseguir múltiples beneficios pedagógicos, sociales y saludables. “Mi tesis conjuga tres modelos, el principal sobre el que se vertebra es el modelo de educación deportiva que consiste en formar pequeños grupos de alumnos, siempre mixtos y homogéneos en cuanto a nivel. A los componentes les das unos roles específicos, por ejemplo, un niño puede ser el preparador físico, otra niña la entrenadora, otro el encargado de material, otra árbitra, etc. Entonces hay un primer periodo, como de ‘pretemporada’ en la que los profesores les enseñamos a asociar esos roles, los guiamos, les damos materiales… Ellos aprenden y pasada esa preparación ya hemos formado una estructura de trabajo y organización, logrando que las clases funcionen de forma autónoma y la puedan desarrollar sin tener que explicar todo de cero si un día hacemos una actividad deportiva y al siguiente otra distinta”.

FORMAR EN VALORES

Una vez implementado este primer modelo como base, se le añade el ‘cómo’ deben aplicarlo a la actividad. Es donde entra el segundo modelo, que promueve la salud e identidad activa. “De esta manera, el chico que es preparador físico sabe cómo realizar un calentamiento, pero además lo hace de una forma saludable, y lo transmite a sus compañeros, dándole una autonomía como persona y una relación con sus compañeros que les ayuda a involucrarse en la actividad”.

Ante la idea no podemos evitar preguntar sobre la aplicación del modelo y el establecer unas tareas para niños y niñas que lo primero que notan cuando oyen ‘Educación Física’ es una hora de juego, correr y diversión. “Sobre esto es clave el que estén integrados dentro de un grupo. Cuando ellos tienen una responsabilidad con su grupo, se lo toman en serio y aumenta la visibilidad que tienen sobre la Educación Física y esa imagen de sólo correr y jugar. Esta asignatura no es sólo correr y jugar, debemos enseñar en qué consiste el deporte, valores, cooperación, respeto hacia los demás, compañerismo y todo esto lo asumen a la perfección en esta hibridación de modelos pedagógicos. Un caso muy particular es que al final de todo este proceso, hay como una especie de playoffs en el que el ganador del proceso no es precisamente quien gana la final, sino quien suma más puntos porque ha ejercido mejor su rol, se premia el juego limpio. Es decir, metes una serie de valores que hace que no sólo cuente el final, sino todo el proceso también”.

INVESTIGACIÓN A NIVEL INTERNACIONAL

Tras finalizar su graduado e implantar la idea con éxito de manera primeriza, este conquense realizó un estudio a nivel nacional sobre los modelos de enseñanza en la educación física a nivel nacional. Una investigación que a raíz de realizar su máster le da la opción de extrapolarla a estudiar estos modelos a nivel internacional. A través de esto, nace su tesis de hibridación de modelos que desarrolla tutorizado por el decano de la Facultad de Educación de la UCLM, Sixto González-Víllora, y en colaboración docentes de otras universidades como Javier Fernández, de la Universidad de Oviedo y Carmen Peiró, de la Universidad de Valencia. Todo un trabajo que puede traer la Educación Física del futuro y que tiene su origen en nuestra ciudad de Cuenca y que también están investigando compañeros de Evangelio en la Facultad de Educación del campus conquense en varias de sus tesis.

Casos aplicados con un gran éxito

Carlos Evangelio ha ido aplicando en función de su investigación, la hibridación de modelos pedagógicos en varios centros. El primero en Valencia, donde desarrolló su trabajo de fin de máster: “Los resultados fueron inmejorables, la iniciativa de hibridación llegó a solucionar un caso de acoso escolar gracias a aplicar esta responsabilidad en los niños y el trabajo en el grupo. Así, logramos ver que los alumnos vieran que el chico en cuestión era igual que los demás, que podía ejercer, hacer cosas, trabajar en equipo. De esta manera se integró, le pidieron perdón ¡e incluso llegaron a pagarle entre todos el viaje de fin de curso! Cuando al finalizar el curso me llamó su profesora titular contándomelo muy emocionada no me lo creía. Pero es eso, hicimos ver que era capaz de hacer algo y lo valoraron. El cambio fue radical”.

El otro caso fue en el colegio conquense de La Sagrada Familia, más conocido como ‘Las Pepas’. “Aquí trabajamos con cuatro grupos de alumnos de quinto y sexto de primaria y realizamos un deporte innovador como el crossfit adaptado a niños, sólo con trabajo de autocargas y cargas ligeras. Fue muy satisfactorio, desde el centro tuvo gran aceptación e incluimos el tercer modelo al que añadimos a los dos anteriores. Se trata de un modelo de aprendizaje cooperativo que introduce actividades en las que todo el grupo tenía un fin común dentro de las tareas. No es un deporte donde cuenta el máximo goleador, sino el trabajo en equipo en común. Es algo realmente potente y que se está valorando mucho.

En este colegio conquense pasó algo también extraordinario, les colocamos pulsómetros a los pequeños y se emocionaban mucho al ver las gráficas y niveles. Había una niña que siempre era muy pasiva en las clases y se fatigaba porque su rendimiento físico era más bajo y sin embargo, como veía que ella tenía niveles altos pronto, tanto sus compañeros como ella misma, hacían que se motivase y eso conllevaba que aumentase su forma física.

Lo más costoso es la preparación del proceso. El estructurar e implantar los roles, pero una vez realizado, sirven para ejercer cualquier deporte y automáticamente ves que genera efectos en los alumnos. Les hace sentirse importantes. No es lo mismo que venga a clase de Educación Física y decirles ‘haz diez pases de esta forma o de otra’, sino decirles por qué es bueno para ellos y cómo va ayudarles a ejercitarse de esta u otra forma.

En el fondo, son cosas como esta lo que te llenan de satisfacción, el combatir con éxito el acoso escolar, el ver como alumnos que por el motivo que sea son reacios a la actividad física o se sienten apartados del grupo de clase, se incorporen, sean valorados y crezcan con grandes valores, tanto ellos como sus compañeros, es algo esencial para la educación de futuras generaciones”.