Ecologistas en Acción considera “una contradicción” emplear un coche para controlar el aparcamiento en la zona azul, como sucede en la ciudad desde el pasado verano, pues a su entender el objetivo del aparcamiento limitado, junto a favorecer que los vecinos puedan estacionar su vehículos previa acreditación, no es otro que “intentar que haya menos coches circulando por la ciudad”.
Se trata además de un vehículo que lleva rotuladas las iniciales del Plan de Movilidad Urbana Sostenible (PMUS), cuando lo que propicia con su circulación es incrementar el tráfico y la contaminación.
“En vez de lanzar un mensaje para que la gente se desplace en métodos sostenibles, a pie, en bicicleta o transporte público, directamente se está promocionando el uso del coche, algo que no tiene ni pies ni cabeza”, sostiene Carlos Villeta, que hace hincapié en la necesidad de reducir el tráfico y de ampliar las aceras para que los peatones ganen espacio en una ciudad con aceras en general “muy estrechas, con muchas calles por las que, si dos personas se paran a hablar, no hay sitio para que los demás puedan pasar”.
Ciudad pequeña
La utilización de este tipo de vehículos sí podría entenderse, probablemente, en ciudades grandes como Madrid, donde las distancias son grandes para poder abarcar a pie toda la zona azul, pero no así en Cuenca, una ciudad “pequeña” donde además la zona ORA no va mucho más allá del centro, con las únicas excepciones del barrio de La Paz y Pozo de las Nieves.
A ello Villeta añade el perjuicio que se ha producido al despedir a una persona que realizaba esta función a pie para cubrir así el gasto en combustible y mantenimiento del vehículo. “Reduces personal y encima el dinero va a parar al negocio del combustible, es decir, de la movilidad insostenible”, denuncia.
"Reduces personal y el dinero va a parar a la movilidad insostenible”Miedo en la plantilla
Hay que recordar además que los controladores de la empresa, once en total, viven unos momentos de incertidumbre tras el despido de la citada trabajadora al poco de ponerse en marcha el vehículo motorizado, pues temen que pueda originar nuevos despidos. Eso sí, la empresa admitió en Conciliación que el despido de la trabajadora, que en un primer momento lo achacó a causas tecnológicas, era improcedente.
El sindicato CCOO advierte por su parte de que, según los pliegos del contrato, del año 2011, la empresa debería contar con seis controladores más, un total de 17, para cubrir con garantías el horario, de lunes a sábado por la mañana, y los 2.381 estacionamientos distribuidos por la ciudad, principalmente por la zona centro. Defiende además el sindicato que el citado vehículo no reduce la carga laboral de la plantilla, ya que estos tienen que andar desplazándose a pie a los coches sin ticket que detecta el vehículo para tramitar la multa.
