Casablanca es, junto a la Fuente del Oro, La Paz y Tiradores, uno de los barrios de la capital que en principio se va a beneficiar de los fondos europeos de la estrategia de desarrollo sostenible, DUSI, con una inversión para mejoras de espacios públicos que en su conjunto alcanzará los 900.000 euros y que en el caso de este barrio concreto rondará los 250.000.
Pero, por mucho que los vecinos valoren el anuncio de esta inversión, de la cual el alcalde, Ángel Mariscal, informó personalmente a representantes de la asociación vecinal encabezados por su presidenta, Mari Carmen Checa, insisten en que hasta que no vean el inicio de las obras no se lo van a terminar de creer, y no tienen claro que al equipo municipal actual le vaya a dar tiempo a iniciarlas al quedar ya solo un año de legislatura y dado el ritmo, lento hasta la exasperación, al que observan que se desarrollan los asuntos municipales.
“Se va a cumplir la legislatura y no han hecho nada, no solo en nuestro barrio sino en toda Cuenca. Las promesas se quedan en nada, de ahí que no me lo llegue a creer hasta que por lo menos me lo den por escrito”, sostiene la presidenta de la asociación de un barrio que ronda los 1.500 residentes.
El malestar entre los vecinos es además bastante considerable dado que hay toda una serie de pequeños desperfectos en el barrio que ya han denunciado al Ayuntamiento sin que varios meses después hayan sido reparados, cuando a su entender requerirían de una modesta inversión económica.
Entre estos desperfectos que entienden que deberían resolverse con el presupuesto municipal de obras y mantenimiento se encuentra un socavón abierto frente al bar La Bodeguilla, del que ya se hizo eco el Grupo Municipal de Ciudadanos, y varias baldosas levantadas desde hace por lo menos tres meses en la calle Tarancón, en las que han tropezado dos vecinas, a lo que hay que añadir unas escaleras rotas entre los números 22 y 24 del Paseo de San Antonio.
También, muestran su malestar ante el retraso en el derrumbe de una vivienda en avanzado estado de deterioro en el número 4 del Paseo de San Antonio, próxima al paso a nivel. La Gerencia de Urbanismo le habría concedido a sus propietarios licencia para el derribo pero el plazo estipulado, de tres meses, ya se habría cumplido sin que la vivienda haya sido derribada. “Ahí sigue la casa, todo igual, vallada, con una marquesina que cualquier día se cae. Y llevamos así cuatro o cinco años”, lamenta Checa.
LA ESTRATEGIA DUSI
En el caso de las mejoras previstas por el Ayuntamiento dentro de la estratega Dusi para el barrio, según la información que el alcalde le trasladó a su presidenta se encontraría la reforma de la plaza de Santa Ana, con muchas baldosas levantadas, algo que la asociación lleva ya años demandando. Hace ya más de un año que Obispado y Ayuntamiento acordaron que el primero cedía a la administración local la propiedad de la plaza para su arreglo, pero ello no se ha materializado en ninguna obra.
También, se prevén arreglar las escaleras de la calle Priego e instalar una rampa que comunique la Bajada Virgen de las Angustias con la plaza de Inocencio Rodríguez, un tramo en la actualidad inaccesible para quienes se mueven en silla de rueda o mayores que van cargados. Se trata, en este último caso, de una reivindicación que data del año 2010.