La dificultad para tragar alimentos o líquidos –la disfagia– y el consiguiento peligro de atragantamiento es un problema que padecen en nuestro país en torno a dos millones de personas, aunque solo el 10% lo tiene diagnosticado. Para quienes la sufren, ir a un restaurante a disfrutar de una buena comida o cena puede llegar a convertirse en una auténtica actividad de riesgo; un placer al que suelen renunciar, lo que lleva consigo cierto aislamiento social. Una situación con la que la Asociación Párkinson Cuenca quiere acabar y, para ello, ha puesto en marcha un proyecto pionero en España al que ha bautizado como ‘Comer con placer’ y que tiene como objetivo primordial “hacer todo lo posible para que las personas con disfagia puedan tener la oportunidad de acudir a un restaurante y poder disfrutar sin problemas y con toda tranquilidad de una comida o una cena con amigos o familiares”, tal y como detalla su directora, Beatriz Hernández.
PROYECTO
Proyecto para el que Párkinson Cuenca ha echado mano, como no podía ser de otra manera, del sector hostelero conquense, que, por cierto, según subraya Hernández, ha respondido de manera espléndida y han acogido la iniciativa de muy buen grado. De hecho, en esta primera fase ya se han adherido a ‘Comer con placer’ siete restaurantes, uno de ellos con estrella Michelin, que han visto en este proyecto una interesante manera de contribuir a mejorar sus servicios y, por supuesto, la calidad de vida de estas personas con disfagia. Establecimientos que ofrecen a estos comensales platos totalmente adaptados a sus necesidades y fáciles de degustar sin renunciar al sabor y, por supuesto, al placer de comer.
Una placa identificativa otorgada por la Asociación Párkinson Cuenca permitirá a estas personas con disfagia reconocer in situ que se trata de un establecimiento adherido a este proyecto y, en consecuencia, apto para comer en él, o simplemente consultando la página web, www.comerconplacer.com, creada exprofeso por la asociación, en la que, además de la relación de restaurantes a los que poder acudir, se pueden encontrar desde consejos para el día a día hasta vídeos de los distintos chefs con ricas recetas adaptadas, entre otros contenidos interesantes para este colectivo.
Eso sí, para llegar a este punto ha sido necesario mucho esfuerzo y dedicación previos, por parte del personal de la Asociación Párkinson Cuenca, que se ha encargado tanto de informar como de formar al personal de estos restaurantes, tanto de cocina como de sala, para poder ofrecer unos platos adecuados a las necesidades de las personas con disfagia. Esfuerzo que, sin embargo, está mereciendo la pena, según la directora de la asociación, porque “estamos iniciando un proyecto pionero en nuestro país, que esperemos se extienda más allá de Cuenca y provincia y permita a estas personas con disfagia hacer una vida lo más normalizada posible a la hora de acudir a un restaurante, al igual que hoy en día ocurre con esos comensales con ciertas intolerancias, como los celiacos, etc.”.
Por el momento, al proyecto están adheridos los restaurantes de la capital conquense Trivio, Natura Bistró, Recreo Peral, Marlo, Romera Bistrot, Nazareno y Oro y Parador de Turismo, si bien desde la Asociación Párkinson Cuenca están convencidos de que “esto solo es el principio”.