El expresidente de la Asociación de Peñas Mateas, Diego Valera, ha pronunciado en la tarde de este lunes el pregón de las fiestas de San Mateo 2017 ante los varios cientos de peñistas que le han escuchado con atención desde una Plaza Mayor algo más vacía que otros años, pero llena, como cada 18 de septiembre, de colorido, ilusión y expectación ante el inicio oficial de las fiestas, que ha estado marcado por este acto, conducido por el cronista oficial de la ciudad, Miguel Romero, y en el que Luis Algaba, El Estudiante, ha presentado a su sucesor como un “mateo de pro, eternamente implicado”.
Desde el balcón consistorial, acompañado por los integrantes de la charanga Los de la Vaca, de Pozorrubio de Santiago, que han puesto el acompañamiento musical al evento, Valera se ha definido como un “currante de San Mateo y defensor de nuestras fiestas” y ha dedicado el pregón a su madre, fallecida hace dos años y medio y que el próximo 21 de septiembre, día de San Mateo, habría cumplido 65 años.
El pregonero ha confesado a los mateos congregados que este lunes ha hecho “realidad un sueño”, ya que San Mateo es una celebración que ama, siente y defiende allá donde va, por lo que estará “eternamente agradecido” por poder pregonarla.
Asimismo, ha destacado el carácter histórico de esta festividad y ha reconocido a la organización de Cuenca Histórica su “excelente trabajo” para que los conquenses no olviden nunca por qué se celebra San Mateo, “esencia de nuestros orígenes como pueblo” y una efeméride que ha animado a disfrutar, “pero siempre desde el respeto y el civismo” y siendo conscientes de que el Casco Antiguo de Cuenca es Patrimonio de la Humanidad y hace de ella una ciudad “única e irrepetible”.
RESPETO A LA VACA
“Todos somos responsables de transmitir a los más pequeños nuestras raíces, nuestra cultura y tradición”, ha agregado, subrayando que la vaca es la auténtica protagonista de San Mateo y que el respeto al animal es “primordial, una obligación, y en los tiempos que corren, aún más”, al tiempo que instaba a los presentes a ser “muy cuidadosos con las actitudes frente al animal”.
Acompañado por representantes de los municipios que integran la Federación Española de Toro con Cuerda, Valera ha invitado a los conquenses a mostrarles “la esencia de nuestro San Mateo”, una fiesta “que une a la gente año tras año y que la mayoría de los conquenses tenemos marcada en rojo en nuestro calendario”. “La vida son cuatro días, 18, 19, 20 y 21 de septiembre”, ha añadido, arrancando el aplauso de todos los presentes.
Valera, vecino del Casco durante treinta años, se ha retrotraído también a su infancia, recordándose “impaciente en los días previos al montaje del vallado” o haciendo carreras de vaquillas para emular a sus mayores. Junto a ello, ha revivido la tensión de los días previos y de cuando se abría la trampilla del camión y bajaba la primera vaca hacia el callejón, así como las carreras del animal correteando por la Torre de Mangana, subiendo las escaleras del Ayuntamiento o entrando a los bares.
En su discurso, plagado de referencias a la vida de un peñista, Valera ha mencionado tradiciones como la cuenta atrás colocada por la Peña el Mandil, la falta de descanso que marcan estos días, la entrega y devolución del Pendón del rey Alfonso VIII, las horas en las tascas y bares esperando a la vaca o los pasodobles bajo los arcos del consistorio y ha hecho hincapié en episodios históricos como la Declaración de Interés Turístico Regional, otorgada en 2001.
RECUERDO A LOS QUE NO ESTÁN
Entre los momentos más emotivos de su alocución, en la que ha rendido tributo a todas las personas que hacen posible San Mateo, ha sobresalido su homenaje a los mateos que ya no están “pero que siempre permanecerán vivos en nuestros recuerdos”, a quienes imagina “con su pañuelo rojo anudado al cuello, deseándonos la mejor de las suertes como a los toreros de plaza”.
El acto ha concluido con la entrega de un reconocimiento a José María Velásquez, por su trabajo en las cuadras durante San Mateo; al mejor corredor del año pasado, premio otorgado por la Peña de los Canónigos, y al fotógrafo Rafael Acero, galardón que ha entregado el concejal de Festejos, Pedro José García Hidalgo, que ha recibido una sonora pitada.