Varios días después de las intensas lluvias con granizo que cayeron sobre la capital el pasado 1 de mayo, las cuales dejaron 34 litros de agua por metro cuadrado en dos horas, siguen sin adecentarse varias zonas de las riberas del Júcar que quedaron dañadas por el temporal, en especial la próxima a El Sargal.
Según ha comprobado Las Noticias, después de que la fuerza de la lluvia produjera la extracción de las tapas de varias alcantarillas, estas seguían sin haber sido repuestas a fecha del pasado lunes tanto en la zona de El Sargal como en la de Fuente del Oro. Quedaban por tanto varios agujeros al descubierto, todo un peligro para paseantes, en especial niños y mayores.
Asimismo, el agua extrajo de las alcantarillas y arrastró todo tipo de basuras (bolsas de plástico, sobras de comida, prendas de vestir) algunas de las cuales seguían incrustadas entre la vegetación de las riberas, y varias papeleras se encontraban a rebosar de botellas de plástico y otros residuos que no habían sido retirados por los servicios de limpieza.
Aunque puede surgir la duda de si adecentar esta zona, a orillas del Júcar, es competencia del ayuntamiento o de la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ), fuentes de esta última aseguran a Las Noticias que todo lo relacionado con la limpieza de la ciudad, como la retirada de residuos sólidos urbanos como plásticos o papeles, así como la reparación del alcantarillado, lo mismo que la recogida de los desperdicios de las papeleras, es competencia exclusiva del consistorio.
De la misma opinión es Antonio Gómez, de la Federación de Asociaciones de Vecinos y Usuarios de Cuenca (Favecu), que aunque reconoce que es habitual que, en los días de mucha lluvia, las tapas de alcantarilla sean levantadas, entiende que estas debían haberse repuesto al día siguiente de los hechos o, a lo sumo, un par de días después. Del mismo modo, considera que cuando tiene lugar un episodio de estas características es necesario que se intervenga en la zona cuanto antes para resolver los desperfectos y limpiar la zona afectada y que se recupere la normalidad.
Lamenta no obstante el presidente vecinal que toda la zona de la ribera del Júcar, desde la playa artificial hasta Fuente del Oro, con sus respectivos senderos y su vegetación, se encuentre en general muy descuidada no solo puntualmente, sino todo el año, en ocasiones convertida en un auténtico vertedero de escombros, cuando a su entender podía ser un lugar muy agradable para el paseo a orillas del río. “Deberíamos poder disfrutar del río, pero es una zona que no se cuida”, lamenta.
Actuación de la CHJ
Donde sí se está actuando en mejorar el entorno, hay que recordar, es en las riberas de los ríos Júcar y Moscas entre Fuente del Oro, el Recinto de Moneo y la Ronda Oeste gracias a un proyecto que en octubre del pasado año emprendió la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ), que, con una inversión próxima a los dos millones de euros, busca tanto regenerar la zona como prevenir inundaciones por fuertes lluvias.
Con este fin, se ha eliminado abundante arbolado no originario de la zona o en mal estado y se está plantando otro autóctono, básicamente chopos, sauces y fresnos, con en torno a 4.000 ejemplares. Los trabajos, eso sí, no culminarán hasta entrado el próximo año 2020.
En paralelo a este proyecto, el actual equipo municipal pretendía, a través de los fondos europeos de la Estrategia de Desarrollo Urbano Sostenible (Edusi), conectar el parque fluvial del Júcar, el parque del Huécar y el Recreo Peral a través de nuevos caminos para el paseo y el tiempo libre, pero, a punto de acabarse esta legislatura, no se ha ejecutado ninguna inversión en esta dirección.