En el Black Friday y en la campaña de Navidad están ahora mismo puestas las esperanzas de un sector, el del comercio, que, pese a la recuperación económica, no logra levantar del todo la cabeza.
Una de las razones está en la despoblación, pues la provincia ha perdido más de 18.000 habitantes en la última década, algo que afecta tanto al comercio como a otros sectores como la hostelería o la construcción.
“El comercio va de la mano de la ciudad y cada vez hay menos población. Cuenca se muere. Basta darse una vuelta por Carretería y ver la cantidad de negocios vacíos que hay”, cuentan en la tienda Heras.
En los últimos años han desaparecido dos de las grandes tiendas de ropa con que contaba el centro de la ciudad, Pull and Bear y Springfield. También lo han hecho otros negocios locales como Via Roma o El Vestidor. Abren nuevos pero sin la seguridad de que vayan a poder mantenerse en el tiempo. Y los hay además que, con su apertura, restan posibilidad de hacer negocio a otros comercios existentes, como ha pasado con la apertura de nuevas perfumerías. “Todavía no sabemos si esto va a dar para todos”, advierte María Ángeles Saez, de Perfumerías Pepe, una de las tiendas con más años en Cuenca.
A ello hay que añadir el auge de la venta online, tanto a través de Amazon como de grandes empresas como El Corte Inglés. Un factor que hoy en día preocupa incluso mucho más al comercio que las escapadas de fin de semana a Madrid, Valencia o Albacete para proveerse de regalos aprovechando la cercanía de la Navidad.
“Sin duda es lo que más daño nos está haciendo porque muchos usuarios ya se han olvidado de la tienda física y se van directamente al móvil o a la tableta”, advierte el presidente de los comerciantes, José Miguel Bermejo, que, ante esta situación, aboga por que el comercio conquense siga evolucionando e incorpore “el comercio electrónico en la medida de lo posible”. Y anima a la gente a aprovechar “el trato personal que tenemos en los establecimientos”.
En Heras van más lejos en su preocupación y advierten de que esta práctica “a corto plazo no, pero a la larga va a acabar con el comercio detallista, que va a desaparecer”.
“Internet hace mucho daño al comercio y le va a hacer más”, coinciden en La Palma, donde señalan que hay incluso clientes que “vienen aquí a probarse la prenda y luego buscan el modelo y se lo compran por internet”.
“Estamos con el móvil siempre en la mano y así compra ahora todo la gente. Tendrán que cerrar las tiendas para que todos compremos en el ordenador”, opina Elena Cañamares, de Valeca, quien además considera que “no se ve alegría” en la ciudad. “Está la gente como muy a a espera, con incertidumbre igual también por si hay cambios políticos”. Y a ello añade que el clima tarde en adaptarse a la estación correspondiente. “En verano tardó en llegar el calor, ahora tarda en llegar el frío, y esto hace que la gente se espere y haya un parón de ventas”.
Así que no son buenos tiempos, opinan los comerciantes, para montar un negocio en Cuenca. “Para hacerlo desde luego que hay que tener mucha ilusión y muchas ganas”, opinan en Heras. Y, al ser posible, contar con un local en propiedad, como apuntan en La Palma. “Es lo que permite que los negocios que llevan muchos años se mantengan”.
