La Policía Nacional, en colaboración con la Federal alemana y Europol, ha desmantelado la logística de una organización criminal presuntamente dedicada al tráfico ilícito de migrantes sirios con varios destinos en España, entre ellos, Cuenca. La red también operaba en Alemania y Noruega.
En España los agentes realizaron siete registros, dos de ellos en Cuenca y cinco en Toledo e intervinieron 9.840 euros en efectivo, cinco vehículos, numerosos teléfonos móviles y dispositivos electrónicos y diversa documentación.
Asimismo, en la operación se detuvo a 19 personas, de las que 6 ingresaron en prisión provisional. Del total de arrestos, 14 se produjeron en Toledo, 2 en Cuenca, otros 2 en Madrid y 1 en Almería.Todos los detenidos están acusados de pertenencia a organización criminal y de favorecer la inmigración ilegal.
En España la red contaba con una importante infraestructura, como siete pisos de seguridad en las provincias de Toledo y Cuenca donde alojaban y ocultaban a los migrantes sirios.También disponía de una flota de vehículos con los que recoger y trasladar a los migrantes a lo largo del territorio nacional y para movimientos secundarios hacia otros países europeos, principalmente Alemania o Noruega.
La Policía Nacional ha podido verificar 69 episodios migratorios con más de 350 sirios, lo que generó unos 2,5 millones de euros de beneficio a la red criminal.
Según ha informado la Dirección General del cuerpo, la ruta migratoria atravesaba tres continentes, Asia, África y Europa, y los migrantes, que llegaban a pagar hasta 20.000 euros a la organización, llegaban por vía aérea, marítima y terrestre.
La red mantenía alianzas en cada país con otras organizaciones delictivas y cobraba a los migrantes por etapa mediante el método de la hawala (un sistema informal de pago paralelo al bancario), lo que generó a la organización beneficios de 2,5 millones de euros.
PAGO POR ETAPAS
Se calcula que cada migrante ha pagado 20.000 euros en total por llegar a Europa. Partían del aeropuerto de Beirut en Líbano tras cruzar la frontera en Siria y llegaban hasta Egipto. Pagaban por esta etapa 4.000 euros.
Desde allí cruzaban vía terrestre a Libia y Túnez hasta llegar a Argelia, lo que suponía 3.500 euros. Desde las zonas costeras de Orán y Mostaganem se subían en embarcaciones de fibra con destino a las costas de la península, un total de 10.000 euros.
Posteriormente eran trasladados en vehículo hasta los pisos de seguridad ubicados en Madrid, Cuenca y Toledo, donde permanecían ocultos en condiciones de hacinamiento e insalubridad (250 euros semanales) hasta que les conseguían documentación para quedarse en España o continuar vía terrestre o aérea hasta Alemania o Noruega (entre 1.000 y 2.000 euros).