En el imaginario colectivo, los trastornos de la conducta alimentaria (TCA) se asocian principalmente a las mujeres. Sin embargo, un estudio que está desarrollando la Asociación de Familiares y Enfermos de Bulimia y Anorexia de Cuenca (Afebac) en contextos deportivos de la provincia ha detectado que en este colectivo afecta prácticamente igual a varones que a mujeres. La investigación, cuyos resultados no pueden considerarse aún concluyentes debido a que la muestra con la que se ha trabajado es pequeña, ha apreciado también que las personas que practican deporte son más vulnerables a sufrir este tipo de problemas que la población general.
El objetivo general del estudio es promover la saludable práctica de ejercicio físico pero minimizando las probabilidades de desarrollar un TCA, explica la psicóloga Andrea Jarabo, responsable de esta investigación, denominada ‘Estudio de prevalencia y perfil diferencial según género de los trastornos de la conducta alimentaria en población de centros deportivos de Cuenca’ y que ha sido financiada por la Diputación Provincial, que concedió a la asociación una subvención de 8.444 euros.
Desde el colectivo contactaron con 105 clubes de la provincia y 20 centros deportivos aunque, hasta el pasado 31 de diciembre, solo habían participado en el estudio 163 personas. “Son muy pocas”, reconoce la psicóloga. “Salen datos muy significativos aunque necesitamos una muestra más grande”, añade la responsable, quien explica que, por ello, desde el colectivo siguen trabajando en el proyecto.
DOS CUESTIONARIOS
Para la recogida de datos, la asociación ha trabajado con dos cuestionarios, uno diríase más tradicional y que estaría más dirigido hacia una potencial afectada femenina -por ejemplo, una de las cuestiones es si se le ha retirado la menstruación-, y con otro que incluye también a personas con riesgo moderado de padecer un TCA. “No todos los cuestionarios son igualmente eficaces en diferentes poblaciones”, apuntan desde la asociación.
Partiendo de estas dos encuestas, la prevalencia de estos desórdenes alimenticios en la población deportista del estudio sería de un 5,5% según el cuestionario más tradicional y de un 15,3% en el caso del segundo, dos porcentajes “significativamente más elevados que en la población general”.
La prevalencia según el género también varía dependiendo del cuestionario utilizado: la primera encuesta detecta una incidencia de 5,6% en los hombres en esta muestra de deportistas y de un 5,4% en las mujeres, mientras que el segundo habla de un 11,3% para los varones y de un 18,5% para ellas. Frente a estos datos, otros estudios sobre la población general hablan de una proporción de un hombre afectado por TCA por cada diez mujeres.
Según el estudio, ellas están más preocupadas por la figura, la imagen y el peso mientras que en los hombres hay miedo a engordar. Jarabo apunta que aunque el modelo estético ha sido más estricto tradicionalmente para las mujeres, cada vez hay más presión en los varones para alcanzar un cuerpo musculado y tonificado.
ESTIGMATIZACIÓN
Desde Afebac alertan de que hay más dificultades para detectar este tipo de problemas en el caso de los hombres debido al no reconocimiento de la enfermedad porque aceptarla podría desencadenar una posible “crisis de identidad masculina” y estigmatización al ser trastornos más asociados a las mujeres. A esto hay que sumar una menor detección por parte del entorno, lo que hace que, por lo general, los TCA sean más graves en los varones porque el diagnóstico es más tardío. “Les cuesta más pedir ayuda”, reflexiona Jarabo.
Por ello, uno de los objetivos del estudio es visibilizar esta problemática en los varones a través de la difusión de la investigación. Asimismo, Afebac quiere dar a conocer los recursos de la asociación en los centros deportivos de Cuenca. El siguiente paso es elaborar programas específicos de atención para población deportiva, para varones y para adultos –el foco se suele poner habitualmente en los adolescentes–.
Otro de los hallazgos del estudio es que estos trastornos se dan indiferentemente en personas con infrapeso, normopeso, sobrepeso y obesidad. “El IMC no es un buen indicador. Utilizarlo supondría no detectar a más de la mitad de las personas con un TCA”, señala.
Los interesados en participar en el estudio pueden contactar en el correo afebac@gmail.com o en el teléfono 665479898.