La demolición del inmueble deteriorado de la calle Diego Jiménez, que los vecinos de Casablanca llevan años demandando al Ayuntamiento, más ahora que a finales de noviembre del pasado año se demolió el edificio anexo que daba al Paseo de San Antonio, tendrá por el momento que esperar.
Es lo que se desprende de la información que ofreció durante el pasado pleno el concejal de Urbanismo, Julián Huete.
En concreto, Huete señaló que el Ayuntamiento, ahora mismo, “no puede ir con la pala a demoler” ya que se trata de un inmueble de propiedad privada que de momento no tiene una amenaza de ruina inminente.
Por ello, considera que son sus propietarios quienes deben iniciar el proceso para que se abra un expediente de ruina, si así lo consideran. Pero, según su información, todavía se encuentran en la fase de decidir “si optan por demoler o por rehabilitar” el inmueble.
En el caso del edificio del Paseo de San Antonio, abandonado durante en torno a ocho años, señaló que fueron los propios propietarios quienes solicitaron el expediente de ruina, y quienes, a su vez, contrataron las obras de derribo. Aunque hay que recordar que pasaron ocho años desde que el edificio fue declarado en ruina hasta su derribo.
La asociación de vecinos del barrio, Mari Carmen Checa, llevaba años advirtiendo que en aquel inmueble podía haber ocurrido una desgracia por el riesgo de caída de trozos de la casa y ahora teme que pueda ocurrir algo similar con el que queda. “No podemos entender que si hay dos casas en ruinas tiren una pero vayan a dejar la otra”, señalaba Checa el día del derribo de la primera.
