Un escaparate perfecto para promocionar y poner en valor los productos agroalimentarios de la provincia de Cuenca y de Castilla-La Mancha entre las figuras más importante de la cocina nacional e internacional. Eso es lo que ha supuesto para muchos empresarios de la región el VI Congreso Culinaria, que se ha vuelto a celebrar en el Teatro Auditorio José Luis Perales de la capital, donde una decena productores han estado presentes.
Quesos, vinos, conservas, miel o alajú son algunos de los productos que han estado al alcance de todos en la pasarela gastronómica ubicada en la primera planta del edificio. Diego Álvarez, director comercial de Quesos Villarejo, enfatiza que Culinaria es “un gran escaparate”, porque el congreso siempre cuenta con ponentes y profesionales de renombre nacional e internacional, algo que siempre supone un gran potencial para que la firma de Villarejo de Fuentes se expanda.
“Es una gran oportunidad”, deja claro Álvarez, porque, aunque su queso ya era muy conocido en la provincia, a raíz de estar presentes en Culinaria (este es el tercer año), han llegado a más restaurantes de la comunidad autónoma. Además, hablando con otras empresas y productores de fuera de la provincia, gracias a Culinaria también han podido ganar cuota de mercado en el territorio conquense.
“Culinaria siempre es un punto de imagen muy importante y un plus para la promoción de nuestros productos”, subraya Álvarez, quien cree que las empresas “tenemos que servir de empujón” para apoyar “tanto a este tipo de congresos como a los chefs de la provincia, que siempre dan valor añadido a nuestros productos”.
Esa mayor visibilidad que ofrece Culinaria a los productos de la región es algo que valora positivamente Ana Isabel Escobar, de Casa Eladio. “Estas colaborando a que la gente te vea, a parte de conocer a cocineros, a estudiantes, quienes pueden conocer cómo hacemos la cocina tradicional”, expone.
Y es que, gracias a Culinaria, productos como el morteruelo, el ajoarriero o las gachas de la firma conquense han salido de la provincia. “Hay cocineros que, gracias al congreso, se han interesado por lo que hacemos”, destaca.
En este congreso también participan reposteros de renombre del país, quienes se han acercado a probar el alajú típico que elabora Pastelería Marisol. Sonia Serrano explica que este es un marco “importante” para promocionar el buque insignia de la pastelería conquense, pero también a nivel profesional para conocer ellas a otros profesionales del sector e intercambiar ideas y opiniones.
“Hemos tenido un par de contactos con reposteros de renombre y a ver si puede salir algo”, expresa Serrano, quien asegura que quien ha probado el Alajú de Marisol y no lo conocía de antes, “le ha gustado mucho”. Por eso, ve en Culinaria un trampolín para abrir más el abanico de clientela del obrador conquense que, de otro modo, no sería posible.
José Manuel Moratalla es uno de los dueños de la empresa familiar Bodega Moratalla. Estar en Culinaria supone “un reconocimiento a toda una trayectoria”, porque en un congreso “tan top” como es este “tienen que estar también los vinos top”. Gracias a esta pasarela comercial dentro del Auditorio, la bodega podría ampliar su cartera de clientes próximamente, y es que, aunque muchos sumilleres ya conocían la firma, siempre se puede llegar a nuevos paladares. Por eso, no duda en mostrar su impresión “positiva” en el primer año que participan en el congreso.
Por último, Raúl Coronado es uno de los propietarios de Bodegas Coronado. Este ha sido la primera vez que han estado presentes en Culinaria, y el congreso no les ha podido dejar mejor sabor de boca. “Ojalá se celebrara una edición al mes”, exclama el gerente, que ha aprovechado estos dos días de evento para hacer contactos e intercambiar opiniones. A parte, han dado a conocer sus caldos entre nuevos chefs y sumilleres que, de no ser por Culinaria, quizás no hubiera sido posible llegar hasta ellos.