Son sus “ángeles de la guarda”. Les ayudan con el aseo personal y en otras tareas cotidianas, supervisan su medicación y su alimentación, acometen labores de limpieza, lavan y planchan la ropa, realizan la compra y les hacen compañía, entre otras actividades, todo con el objetivo final de que las personas mayores puedan permanecer el mayor tiempo posible en sus hogares de forma más o menos autónoma y en condiciones adecuadas, retrasando su ingreso residencial o la salida de sus casas para irse a vivir con sus hijos u otros familiares.
Estos ‘ángeles’ terrenales conforman el colectivo de auxiliares del Servicio de Ayuda a Domicilio (SAD), compuesto en la provincia de Cuenca por un millar de profesionales –prácticamente la totalidad son mujeres–y que se encuadra dentro del catálogo de prestaciones técnicas de los Servicios Sociales de Atención Primaria. Sus beneficiarios, que son determinados por los trabajadores sociales, son personas en situación de dependencia por diversas circunstancias que dificultan que ella o que la unidad familiar pueda desenvolverse con autonomía en su domicilio.
TESTIMONIOS
Pilar y Leonor son dos de las mil auxiliares de ayuda a domicilio de la provincia de Cuenca, realizando distintas tareas básicas de carácter personal y doméstico. En concreto, ambas profesionales, que cuentan con la formación adecuada para desempeñar estas tareas, trabajan en domicilios de Cuenca capital, junto a alrededor de cincuenta compañeras.
Pilar, de 57 años, lleva en este oficio desde 2011. Actualmente, tiene una jornada laboral de 38 horas semanales que reparte entre siete usuarios de diferentes edades y grados de dependencia, a los que dedica diariamente entre una hora o dos dependiendo del día, desempeñando en sus domicilios distintas tareas cotidianas.
Por su parte, Leonor, de 50 años, ejerce como auxiliar de ayuda a domicilio desde hace ocho. Su jornada es de 26,5 horas a la semana y presta atención en estos momentos a tres usuarias, aunque el número va variando según las necesidades del servicio.
“Me gusta mucho mi trabajo. Tiene que ser vocacional”, asegura, explicando que de forma habitual tienen que realizar determinadas tareas como ayudar al aseo personal que son especialmente delicadas, por lo que “se deben hacer con cariño” para que los beneficiarios se sientan cómodos. “Si no, es difícil”, apunta. “Somos casi como de la familia”, añade.
En este sentido y en el plano más humano de este trabajo, las dos profesionales destacan que es fundamental tener una gran empatía para gestionar adecuadamente la relación con los usuarios, así como para saber desconectar y no llevarse después los problemas a casa o a los domicilios de otros beneficiarios.
Respecto al papel que ocupa este oficio en la sociedad, las dos profesionales consideran que, aunque a priori puede parecer que su trabajo está reconocido, consideran que, en la práctica, no está muy valorado, recordando que es una “profesión feminizada y precarizada” y en muchas ocasiones las ven como meras empleadas del hogar, sin tener en cuenta el resto de tareas que acometen.
CUIDAR A QUIEN CUIDA
No obstante, con el fin de respaldar a estas profesionales y de mejorar la calidad en la prestación del Servicio de Ayuda a Domicilio, la Diputación de Cuenca ponía en marcha el pasado año un equipo de atención domiciliaria de apoyo y formativo dirigido a las propias auxiliares de ayuda a domicilio, y que está integrado por tres profesionales –una fisioterapeuta, una psicóloga y una terapeuta ocupacional–, que intervienen de forma individualizada o colectiva con estas trabajadoras, siempre a través de la derivación previa de los Servicios Sociales de Atención Primaria. “Está bien que se cuide a quien cuida”, indican Leonor y Pilar.
La profesión requiere de grandes dosis de empatía para gestionar adecuadamente la relación con los usuarios, y que estos puedan sentirse cómodos
Hasta el momento, ya se han recibido en este equipo 350 consultas que han derivado en 124 intervenciones con desplazamiento hasta el lugar de trabajo en 44 municipios de la provincia, según detallaba esta semana la diputada provincial de Servicios Sociales, Eva García, durante la presentación del I Encuentro Provincial de Auxiliares de Ayuda a Domicilio, que se celebrará el 20 de abril en el recinto ferial de La Hípica de Cuenca capital bajo el lema ‘Cuidar es de valientes’.
GESTIONAR CONFLICTOS
Gestionar conflictos entre auxiliares y usuarios y asesorarles respecto a cómo deben levantar y movilizar a personas mayores son algunas de las atenciones que se prestan, según explicó Paula Calatayud, psicóloga de este servicio. “En muchos municipios solo hay un auxiliar o va a varios pueblos. No tienen compañeros de trabajo y están bastante aisladas. Este proyecto les está viniendo bien para formarse, para conocerse entre ellas”, puntualizó.
Leonor y Pilar van a participar en el I Encuentro Provincial de Auxiliares de Ayuda a Domicilio. Ambas celebran acciones como esta dado que les permitirá compartir experiencias y opiniones con otras compañeras y ver qué cosas pueden mejorar para ofrecer un servicio de calidad a usuarios vulnerables.