El Programa ‘Cuencleta. Naturaleza y Patrimonio’ que patrocina el Ayuntamiento de Cuenca y que desarrolla la Asociación Cultural Eslabón se materializa en un libro-guía muy práctico y fácil de manejar que pretende organizar toda la información generada en las distintas marchas diseñadas desde el 2016, en concreto el libro describe las ocho primeras marchas correspondientes a las dos primeras ediciones.
El director de este libro, Francisco Javier Rodríguez Laguía, ha estado en la Diputación para presentar su obra al diputado de Patrimonio, Miguel Ángel Valero, y al concejal de Deporte, Vicente Martínez, quienes han quedado encantados con el resultado final.
Recordamos que el Programa “Cuencleta. Naturaleza y Patrimonio” describe itinerarios en torno a la ciudad de Cuenca y sus pedanías en un intento de destacar el valor de las mismas como parte integrante de la provincia. Es un libro coeditado por el Ayuntamiento de Cuenca y la Diputación que se hacen eco de la idea y de la importancia que la naturaleza y el patrimonio de la ciudad conquense tienen.
Este libro lo ha dirigido Francisco Javier Rodríguez Laguía con la valiosa aportación y colaboración de Miguel Romero, cronista oficial de la ciudad, y el maestro Emilio Guadalajara. Es el primero de una colección de dos libros que describen las cuatros ediciones del Programa.
Estas guías tienen un marcado carácter práctico al incluir ocho marchas que cuentan con mapa, perfil de altura, datos técnicos, notas históricas y apuntes relacionados con los distintos puntos de interés que merecen una parada y explicación.
Estas marchas han sido ya testadas con gran participación de público y alto grado de satisfacción porque tratan de fomentar la actividad física al tiempo que permiten aprender sobre aspectos de interés en los puntos que los organizadores destacan y consideran que pueden llamar la atención de los participantes.
Los códigos QR incluidos facilitan la descarga de los itinerarios desde la aplicación wikiloc lo que permite la autonomía de las personas para el recorrido sin riesgo a perderse. Un recurso más para la ciudad y sobre todo, sus pedanías que merece la pena conservar y disfrutar.