El Museo de las Ciencias de Castilla-La Mancha en Cuenca abre las puertas a una nueva exposición sobre el 50 aniversario de la llegada del hombre a la Luna. Un hecho histórico de la era más reciente que tendrá su espacio en este museo de forma permanente para aportar conocimientos sobre el desarrollo en tecnologías y en el camino de la física.
En esta nueva exposición, se podrán contemplar a través de gráficos y vídeos informativos las diferentes misiones del programa espacial Apolo, sus variaciones y mejoras claves para poder alcanzar su objetivo: llegar a la Luna. Los paneles de la exposición ilustran a su vez a las personas elegidas para las distintas misiones, así como las características de los viajes espaciales que fueron, poco a poco, perfeccionando el que sería el Apolo 11.
Para los curiosos, este regreso a la Luna también muestra, en tono de humor, peculiaridades desconocidas hasta la fecha sobre la llegada a la Luna: “¿Sabías que con el combustible que consumía por segundo el cohete Saturno V una persona podría dar la vuelta al mundo en moto 80 veces?”
Por último, los que vivieron el acontecimiento a través de una pantalla, revivirán aquellos años a través de documentos de prensa publicados tras el acontecimiento, donde la visión de nuestras capacidades era muy distinta.
Esta exposición también busca revivir el optimismo y la confianza en el poder del ser humano de aquellos años. Como afirma el director del Museo de las Ciencias de CLM en Cuenca, Santiago Langreo, “queremos recuperar ese ánimo, ese orgullo del ser humano de ser capaces. Que nos mueva a construir una estación espacial en la Luna, llegar a Marte etc”. Precisamente, la posibilidad de pisar el planeta rojo es otro de los enigmas que provoca esta exposición, con el eslogan Si hace 50 años fuimos a la Luna, ¿Por qué aún no hemos llegado a Marte?. Una hipótesis que acompaña durante el recorrido a la sala y que el propio visitante debe dar respuesta.
La exposición queda inaugurada el mismo día que se cumplen 50 años de la llegada del hombre a la Luna, lo que para Santiago Langreo es, “junto con el descubrimiento de la doble hélice del ADN y la Teoría de la Evolución, uno de los hitos más importantes de la humanidad”. Un hecho que ha sentado las bases para que el hombre siga contemplando el cielo en busca de nuevos objetivos.
CAPACES DE TODO
Cerca de 530 millones de personas vivieron en directo a través de la pantalla la llegada del hombre a la Luna, un hecho que nos hizo darnos cuenta del poder del ser humano, como indica Langreo: “Al día siguiente, todos los chavales pensábamos que nos podíamos comer el mundo. Habíamos llegado a la Luna, éramos capaces de todo”.
La exposición se ubica en la antigua sala de informática del Museo de las Ciencias de Castilla-La Mancha y cuenta con un photocall donde conseguir un recuerdo pisando la Luna, documentos de prensa aportados por Martínez-Leis, gráficos que muestran la impactante misión que alcanzó la Luna o videos informativos con curiosidades desconocidas del acontecimiento.
A pesar de abrir sus puertas en julio, la sala se sitúa de forma permanente de cara a los próximos cursos escolares: “Vamos a fabricar un paquete para los centros educativos que contará con visita a la exposición, taller de cohetes y programa de planetario”, confirma Santiago Langreo. Los talleres de cohetes se han puesto en marcha desde este sábado.
¿SABÍAS QUÉ...?
• Los astronautas no tenían seguro de vida, por lo que antes de partir firmaron multitud de autógrafos que repartieron a sus familiares. Su objetivo era que los vendiesen en caso de que no regresaran a casa, de esta manera conseguirían una cantidad elevada de dinero.
• Al volver al módulo, tras pisar la luna y quitarse los trajes espaciales, se derramó polvo de la Luna que, poco a poco, comenzó a levantar un olor desagadrable. Según los astronautas de la expedición, era un olor parecido al de la pólvora.
• Con el combustible que gastaba en un segundo de tiempo el cohete Saturno V, utilizado en las misiones Apolo, una persona podría dar la vuelta al mundo en moto 80 veces aproximadamente. El cohete alcanza los 110 metros de altura y las 3.000 toneladas de peso, único capaz de propulsar hasta la Luna.