Cientos de conquenses han participado este domingo en la I Marcha Solidaria 'Juntos contra la violencia de género’ que se ha celebrado en el Parque de los Moralejos con el objetivo de concienciar sobre este problema y mostrar públicamente su rechazo a esta lacra.
En un ambiente festivo pero reivindicativo, mujeres, hombres y niños se han sumado a esta marcha, organizada por el Ayuntamiento de Cuenca, con la colaboración del Instituto de la Mujer de Castilla-La Mancha, la Diputación Provincial y el Gobierno de España. También han participado diferentes autoridades, como el alcalde, Darío Dolz, y varios concejales del Ayuntamiento y representantes de las diferentes formaciones políticas.
Antes de comenzar la marcha, Patricia Espejo, vicedecana de la Facultad de Ciencias Sociales de la UCLM en Cuenca, ha leído un manifiesto en el que ha recordado que medio centenar de mujeres han sido asesinadas este año por sus parejas o exparejas en el país, más de 1.000 desde que se contabilizan los datos desde 2003.
Pero, como ha detallado, son muchas más y ha puesto como ejemplo que hay mujeres asesinadas que no se cuentan como víctimas de violencia de género pero que lo son, como Laura del Hoyo Chamón –asesinada en Cuenca por Sergio Morate cuando acompañaba a la exnovia de este, Marina Okarinska- o Diana Quer.
“Nos queremos vivas, libres e iguales”, ha reivindicado durante el manifiesto, en el que ha hecho un repaso por los diferentes tipos de violencia machista que sufren las mujeres, desde la simbólica hasta la física, pasando por la psicológica, sexual y económica.
Espejo también se ha referido a la trata y a la prostitución como una “forma brutal” de violencia contra las mujeres y ha recalcado que estas perviven porque hay “puteros”.
En unos tiempos en los que hay formaciones políticas que niegan la violencia de género y se burlan del feminismo, Espejo también ha tenido palabras de crítica para estas: “No podemos consentir que la ultraderecha nos mande a las casas”.
“La violencia machista son muchas”, ha indicado, haciendo referencia a su origen en el sistema patriarcal que oprime a las mujeres pero que también encasilla a los varones. En este sentido, ha puesto el acento en la necesidad de apostar por una educación igualitaria y ha apelado a los “hombres buenos” para “remar todos juntos” hacia una sociedad libre de violencias de género. “Ni una menos”, ha concluido.
