En Cuenca no existen edificios similares al que ardió en Valencia

Después del incendio que la pasada semana arrasó un edificio de 138 viviendas en Valencia son muchas las ciudades que han iniciado una revisión de edificios para comprobar si existen revestimientos similares, y aunque es difícil que puedan darse todas las circunstancias coincidentes en el desgraciado siniestro que acabó con la vida de diez personas, se ha generado un amplio debate sobre los materiales de construcción, la normativa y, sobre todo, una mayor consciencia sobre la necesidad de adoptar medidas de prevención.
En Cuenca no existen edificios similares al que ardió el pasado 22 de febrero en el barrio de Campanar (Valencia). Así lo pone de manifiesto, Juan José Ramón Vindel, presidente de la Demarcación de Cuenca del Colegio de Arquitectos de Castilla-La Mancha. “No se conoce ningún bloque de uso residencial que tenga una fachada similar, ni tampoco de uso comercial o administrativo”, asegura.
En la capital conquense predominan las fachadas de ladrillo visto cuyas ventajas son la durabilidad, bajo mantenimiento y economía. Además, sus altas prestaciones técnicas cumplen los requisitos del Código Técnico de la Edificación entre las que están la resistencia al fuego. Además, los bloques residenciales que se están construyendo en la actualidad se están realizando con sistema de aislamiento térmico por el exterior (SATE), que en muchos casos son ignífugos como, por ejemplo, la lana de roca. Estos sistemas no tienen una cámara ventilada porque se adhieren a un muro de ladrillo cerámico y su resistencia al fuego es de más de 180 minutos. Por tanto, es difícil que se produzca un incendio como el del Valencia.
No obstante, hay materiales que están prohibidos, pero varían en función de la altura de la fachada y de otras condiciones de la edificación ya que la norma permite soluciones diferentes en función de cada situación. Aún así es importante tener en cuenta que la lana de roca es totalmente incombustible pero el poliestireno y los pegamentos no. De ahí que en caso de utilizar poliestireno proyectado sea obligatorio “confinar este material entre dos paredes de cemento porque si se llegase a producir fuego se calentarían esos muros, pero no traspasaría”, explica Juan José Ramón Vindel.
Si bien, se preguntarán por qué se proyecta este material aislante en las paredes de bloques en los que al otro lado hay un solar inhabitado y es porque sería fácil extinguirlo en caso de incendio y porque no traspasaría al otro lado al haber un muro de cemento en la otra cara. “Igual hay gente que recuerda un incendio de un garaje en el barrio de San Fernando, el techo de esas cocheras era de poliestireno y ardió al estar en contacto con llama directa pero el fuego se quedó ahí, no afecto al resto del bloque y eso es gracias a que las paredes eran de hormigón o cemento” recuerda el arquitecto.
En este sentido, los sistemas de seguridad obligatorios varían en función del uso del edificio, del número de ocupantes, de la altura, de la longitud máxima que se tiene que recorrer para salir hasta un lugar seguro y de si alberga recintos de riesgo especial como los garajes o cuartos de instalaciones. Los sistemas comunes son la iluminación y señalización de todos los recorridos de evacuación en caso de emergencia, así como los extintores –que deben revisarse una vez al año– de forma que no haya ningún punto del edificio a más de 15 metros de uno de ellos. Además, hay casos en los que pueden ser necesarias puertas resistentes al fuego, sistemas de extinción, bocas de incendio, hidrantes exteriores o alarmas, tal y como contempla el Código Técnico de la Edificación, que es el marco normativo que establece las exigencias básicas de calidad que deben cumplir los edificios en relación con los requisitos básicos de seguridad y habitabilidad.
Este documento, que fue actualizado en 2019, contempla que los edificios construidos a partir de ese año deben tener un camino de 5 metros de anchura alrededor del perímetro para que un camión de bomberos pueda acceder sin problema en caso de tener que actuar ante cualquier emergencia. Si bien, todas las edificaciones anteriores están exentas de cumplirlas ya que la norma no se aprobó con carácter retroactivo.
Está claro que el incendio de Valencia ha desatado todas las alarmas en el resto de ciudades de España, pero en Cuenca no se dan casos de este tipo, de ahí que no se plantee la posibilidad de hacer un estudio pormenorizado. Aún así, la Demarcación de Cuenca del Colegio de Arquitectos de Castilla-La Mancha está a disposición de cualquier ciudadano que quiera hacer una consulta, sea del tipo que sea.