Aunque la climatología tendrá finalmente la última palabra y puede hacer variar las reservas a última hora si la lluvia hace acto de presencia, el sector turístico conquense espera rozar la plena ocupación durante las jornadas centrales de la Semana Santa –Jueves y Viernes Santo–, cuando confían en poder alcanzar un porcentaje medio del 95 por ciento.
“Las reservas van muy bien aunque todo depende al final del tiempo”, matiza el presidente de la Agrupación Provincial de Hostelería y Turismo de Cuenca (APHT), José Manuel Abascal, quien precisa que el Sábado de Gloria, el Domingo de Resurrección y el resto de días –de lunes a miércoles– los datos de reservas flojean algo aunque esperan que la ocupación sea también “buena y alta”.
Como es habitual, la mayoría de los turistas proceden de las comunidades vecinas de Madrid y Valencia, así como de Cataluña. Los conquenses que viven fuera y regresan estos días a la ciudad también constituyen una parte importante de la clientela. “Y también tenemos a gente que participa de alguna manera en la Semana Santa de Cuenca”, bien sea en las procesiones o bien trabajando durante estos días, cobrando especial relevancia el cliente que viene a la Semana de Música Religiosa. “Todo eso acaba de completar la ocupación”, apunta Abascal.
ANTICIPACIÓN
Aunque también existen las reservas de última hora y hay mucha gente que se espera, por ejemplo, a conocer de forma más precisa la previsión meteorológica de estos días, en el caso de la Semana Santa, los clientes se suelen anticipar más porque son fechas complicadas para conseguir alojamiento y también se pueden conseguir mejores precios si se es más previsor.
En cuanto al número medio de días de estancia, Abascal indica que este varía bastante aunque concreta que hay muchos clientes que solo reservan una o dos noches, llegándose a las tres jornadas en los mejores casos.
Desde el Hotel Arévalo de la capital conquense comparten las buenas previsiones que hace la Agrupación Provincial de Hostelería y Turismo de Cuenca para las jornadas centrales de la Semana Santa. Jueves, viernes, sábado y domingo ya tienen “casi lleno, en torno al 95 por ciento”, explica Teresa Arévalo, administradora del establecimiento. Para las jornadas de lunes, martes y miércoles, el porcentaje se reduce al 70 por ciento. “Está bastante bien”, considera.
El cliente es nacional, en su mayoría procedente de Madrid, Valencia y Barcelona, predominando las parejas y las familias. Y aunque siempre hay algún rezagado, la gente es previsora y en verano empiezan por lo general las primeras reservas. “Incluso ya me están preguntando por la Semana Santa de 2025”, subraya la responsable.
El turismo rural baraja un porcentaje de ocupación de entre el 90% y el 100% en determinados alojamientos, sobre todo en las casas ruralesEn cuanto al resto de la provincia, la presidenta de la Asociación de Profesionales de Turismo Rural y de Interior de Castilla-La Mancha (INTUR C-LM), la moteña Patricia M. Plaza, también apunta a unas buenas previsiones durante la Semana Santa.
Desde el colectivo esperan alcanzar un porcentaje de ocupación que oscile entre el 90% y el 100% en determinados alojamientos, sobre todo en las casas rurales, donde la reserva se hace de forma directa y se producen menos cancelaciones, según explica la responsable.
Plaza explica que el cliente que apuesta por el turismo rural es principalmente familiar y la duración media de la estancia es de tres noches en la mayoría de los casos, detalla la presidenta del colectivo.
A estos buenos datos, hay que sumar el incremento del gasto en las zonas rurales que hacen los turistas, principalmente en gastronomía y en actividades de naturaleza.
PROCEDENCIA
Las comarcas y destinos típicamente religiosos tienen más tirón durante estos días en el turismo rural y el cliente es mayormente nacional, procedente sobre todo de las comunidades de Madrid y Valencia, y de Cataluña, al igual que ocurría en el caso del turista que va a Cuenca capital.
No obstante, la responsable hace una puntualización respecto a las previsiones: “Se duplican las camas en los destinos y es necesaria la regulación para poder tener unos datos más fiables en muchos sentidos”.
