Al grito de 'hasta pronto', cerca de 200 personas han despedido al último tren que ha partido de la estación de ferrocarril convencional de Cuenca tras decretarse el cierre de la línea Aranjuez-Cuenca-Utiel.
La protesta, convocada por la Plataforma en Defensa del Ferrocarril y la Asociación ‘Pueblos con el Tren’, ha mostrado su más enérgico rechazo a esta decisión pues "nos quitan una infraestructura, un servicio público y no vamos a quedarnos callados", ha comentado Francisco Javier Doménech, portavoz de ambos grupos.
La suspensión de estos servicios ferroviarios se hará efectiva mañana miércoles 20 de julio, un día que para los manifestantes será "triste, porque Cuenca, Toledo, Madrid y Valencia se quedan sin este servicio imprescindible".
Si bien, las organizaciones que han convocado la protesta han adelantado que seguirán en la lucha porque su objetivo final es "volver a ver en Cuenca este tren" y no han dudado en alzar la voz para decir "sí al ferrocarril" una vez más.
Durante la convocatoria, afectados de pueblos como Arguisuelas, Carboneras de Guadazaón o Camporrobles, entre otros, han extendido sus pancartas en el andén, donde han esperado la llegada de este último tren con pañuelos blancos al viento. Si bien, cuando ha estacionado y los pasajeros han bajado, se han trasladado hasta las vías para producir un corte de tráfico que se ha prolongado durante varios minutos.
Acciones que han los representantes políticos del Partido Popular, Cuenca en Marcha y Ciudadanos así como de los sindicatos UGT y CCOO.
Finalmente, alrededor de las 19:25 horas de la tarde de este martes, el último tren con destino Aranjuez partía de Cuenca y ponía fin a los 139 años de funcionamiento de esta línea.