Renovada y actual, así será la imagen de la entrada a la ciudad por la N-320 y la A-40

Cambiar drásticamente el aspecto de dos de las entradas principales a la capital conquense con su puesta en valor y, de esta manera, dar una imagen renovada y actual de la ciudad es el objetivo del proyecto promovido por el Ayuntamiento, que finalmente será ejecutado por el Consorcio de la Ciudad de Cuenca, para mejorar el acceso a la capital desde Madrid y Valencia.

Un proyecto redactado por ‘Redondo Soria Arquitectos’ con cargo al Plan de Sostenibilidad Turística que, para el concejal de Turismo, Miguel Ángel Valero, es muy importante, porque “va a permitir ofrecer al visitante una imagen renovada, fresca y actual, de tal manera que cada elemento ornamental hará alusión a cada una de las bondades de Cuenca”.

La idea principal es que la capital tenga una entrada a la altura de su título como Ciudad Patrimonio de la Humanidad, de ahí que, en opinión de Valero, sea necesario agilizar lo máximo posible todos los trámites de este proyecto, que, por cierto, ya está en manos del Consorcio y expuesto al público para la presentación de alegaciones. No en vano, el edil de Turismo confía en que las obras puedan comenzar en el mes de octubre o a lo largo del último trimestre del año.

Con un presupuesto inicial de 869.097,07 euros y un plazo de ejecución de ocho meses, esta intervención se centrará en dos zonas muy concretas: por un lado, el tramo de la A-40 (entrada desde Madrid) entre el parking del Hospital Virgen de la Luz y el Centro de Recepción de Turistas; y, por otro, el tramo de la CM-220 (entrada desde Valencia) entre las antiguas instalaciones de la Fábrica Municipal de Maderas y la rotonda de conexión con la Ronda Oeste, junto al barrio de Villa Luz.

 

 

ENTRADA DESDE MADRID

En la actuación de la entrada a Cuenca desde Madrid, se optará por elementos que le den una mayor plasticidad donde se conjuge diseño, arquitectura, cultura y naturaleza, emblemas y esencia de la ciudad. Así, lo primero que se encontrará el visitante será un monolito o tótem a la altura del carril de incorporación a la A-40 desde el barrio de Buenavista, anunciando que se entra a una Ciudad Patrimonio de la Humanidad.

Desde este punto y hasta la pasarela peatonal entre Buenavista y la zona de los institutos, se acometerá lo que se vendrá a denominar el ‘Paseo de la Memoria o del Recuerdo’, una exposición al aire libre en homenaje a personajes ilustres de la ciudad o que han desempeñado un papel destacado. Así, además de adecentar los muros de contención existentes en ambos márgenes de la carretera, se aprovecharán los entrantes existentes para instalar en ellos cubos de cristal y acero corten retroiluminados con los citados personajes.

Otra de las actuaciones se centrará, por un lado, en el acondicionamiento de las escaleras de acceso a la zona de institutos y su entorno, y, por otro, de la pasarela peatonal aledaña, con su arreglo integral y la colocación de una barandilla de diseño.

Además de acometer la reparación integral del puente sobre el río Júcar y su mediana, se va a mitigar el impacto visual del parking de superficie del Centro de Recepción de Turistas con la instalación de láminas y vegetación en maceteros sobre la superficie, junto a cartelería cultural.

 

ENTRADA DESDE VALENCIA

La intervención en la entrada de Valencia responde a la misma filosofía e intenta poner en valor este acceso a la ciudad, en la actualidad muy deteriorado. 

Al igual que en el caso de la A-40, lo primero que verá el visitante, una vez ejecutada la obra, será un monolito o tótem iluminado anunciando la entrada a una Ciudad Patrimonio de la Humanidad, aproximadamente a la altura de las antiguas instalaciones de la Fábrica de Maderas o de la empresa eólica Gamesa, además de unos márgenes de la carretera libres de maleza y cubiertos de grava de color ocre y dotados en algunos puntos con maceteros y bancos para regularizar las zonas asfaltadas de acceso a las empresas de la zona.

En el tramo hasta la primera rotonda de entrada a la ciudad se contempla la plantación de árboles en la separación con el polígono de Los Palancares, mientras que en la otra margen, además de vegetación para ocultar el muro existente, se prevé cartelería representativa de la oferta cultural e histórica de Cuenca y provincia.

 

Junto a la mejora de la iluminación de esta primera rotonda de entrada a la ciudad, la intervención en el tramo hasta la siguiente rotonda se centrará en el lateral con el polígono El Cantorral (supermercado DIA) con plantación de árboles, la sustitución del quitamiedos por un macetero corrido de obra con revestimiento de madera, que, por un lado, albergará en su parte superior diversas plantas y en su parte inferior una iluminación continua escondida que guiará, a modo de baliza, a los vehículos.

La intervención se completa con la actuación en la rotonda que conecta con la Ronda Oeste. En ella se proyecta una base de hormigón y sobre ella una caja lumínica que genere proyecciones de Cuenca y su historia, a lo que se sumará la eliminación de la actual cicatriz central, poniendo césped en toda la superficie, lo que junto con la escultura o tótem central conseguirá crear un espacio dinámico y cultural.