Con el cambio drástico de nuestra rutina y de aquellos que nos rodean, gestos como los que realiza día sí y día no el conquense Alberto Fernández, conocido popularmente como el Mago Albert. Este genio de la magia que sufrió de lleno el impacto del estado de alarma con multitud de cancelaciones y aplazamientos de sus actuaciones no ha querido parar de ofrecer su espectáculo, haciéndolo ahora a través de directos en su perfil de Facebook.
"Esto surge a petición de amigos, porque yo no soy mucho de redes sociales", confiesa el ilusionista que recalca que estas actuaciones en directo "tiene el objetivo de evadirnos un poco de todo lo malo de esta situación, pues en esta época de confinamiento, hay muchos sectores de la población que necesita esa magia, alegría e ilusión en estos días tan tristes en el que la enfermedad nos puede tocar, el aislamiento o la soledad en casa. Además, hay colectivos como los niños o personas de avanzada edad que lo agradecen un montón".
De manera intermitente, un día sí y otro no, el mago Albert se planta en su salón cambiando el chaqué, la varita y su sombrero de magia por un atuendo algo más cómodo, se sienta enfrente de la cámara e inicia la conexión a eso de las 12:30 del mediodía.
"Es algo que hacemos con pocos medios, grabar desde casa, sin todo el material, el vestuario, equipos de sonido e iluminación... todo se hace más complicado y más difícil aún por no tener espectadores, al fin y al cabo, la magia es un arte de directo y se necesita el calor del público, esa frescura y parte de improvisación que en los vídeos no se puede transmitir, pero que hacemos con todo el cariño para la gente que le estamos alegrando la cuarentena".
Y es que tal y como señala él mismo, pese a no tener su público presente, los agradecimientos y las felicitaciones por su desinteresada acción se ven reflejadas en sus post de directo, con multitud de mensajes, aplausos y 'clics' en forma de aplausos y 'me gusta'.
Así, este conquense divierte y entretiene en un espectáculo de juegos "que no son los que solemos hacer en las galas, dado que estos días estoy sacando cosas del baúl de los recuerdos", explica.
Durante unos 15 minutos consigue divertir a los más pequeños y devolverles una mirada de ilusión ante la imposibilidad de obtenerla fuera de casa, y consigue que los más mayores volvamos a retornar a la dulce infancia donde la magia era uno de las diversiones que más nos encandilaba.
"Se puede decir que ha tenido un buen recibimiento por el público", comenta Alberto que cuenta con más de medio millar de reproducciones de sus vídeos, "y sólo lo hacemos con el objetivo de alegrar en estos momentos al público infantil y las familias, tampoco queremos agobiar y por eso hacemos un vídeo día sí y descansamos otro.
Ya hay varias asociaciones de vecinos de la capital que me han pedido que les haga un vídeo para ellos dedicado, el caso es poder ayudar y poner nuestro granito de arena para mejorar esta difícil situación", declara.
De esta manera, este ilusionista conquense no pierde práctica pese al brutal parón que ha supuesto el estado de alarma por el COVID-19 en su vida laboral.
"Como autónomo ya te puedes imaginar lo que supone esto. Yo me dedico en cuerpo y alma a la magia y a todos nos ha tocado bien de lleno, estamos en un sitio de la población algo complicado, no tenemos ingresos y muchas de las actuaciones que tenía programadas como en Fallas, eventos y otros espectáculos programados han sido aplazados a otras fechas, mientas que otros directamente se han anulado".
A pesar de ello, no sólo no pierde la sonrisa con la esperanza de recuperar el viento como la paloma que sale de su sombrero en sus espectáculos, sino que además ayuda al resto de la población conquense a que los días de confinamiento no falte la ilusión y la sonrisa gracias a la magia.