Los mayores han sido los más afectados por la Covid-19 y muchos de ellos tienen miedo de salir a la calle. Para ayudarles en la vuelta gradual a la ‘nueva normalidad’, voluntarios de Cruz Roja Cuenca acompañan desde este miércoles a las personas de la tercera edad que lo soliciten en las primeras salidas para que se sientan más protegidos.
Antes de la crisis desatada por la pandemia, esta entidad ya llevaba a cabo acompañamiento a las personas mayores a la hora de ir al médico. “Durante el confinamiento, hemos seguido haciendo seguimiento a este colectivo y hemos estado pendientes de ellos por si les hacía falta algo. En este tiempo nos trasladaban que tenían miedo de salir y muchas dudas sobre lo que tenían que llevar”, cuenta Borja Gómez Yuste, terapeuta ocupacional del departamento de personas mayores de Cruz Roja Cuenca.
Una vez que empezaron a permitirse los paseos y se comenzó con la desescalada, muchas de estas personas seguían manifestándoles que “tienen miedo, que se cansan, que se sienten más flojos”. Así que Cruz Roja decidió poner en marcha este programa, que cuenta con un total de 35 voluntarios disponibles, con el objetivo de que pierdan el temor y “se sientan seguros y no tan solos”.
“Durante el confinamiento, los mayores nos han dicho que están muy agradecidos por la cercanía de los voluntarios”, indica Gómez Yuste. “Antes de la pandemia, desde Cruz Roja ya se trabajaba para paliar la soledad y fomentar la autonomía de estas personas para que puedan seguir en su domicilio el mayor tiempo posible”, añade.
Aunque el programa acaba de echar a andar, ya se han realizado algunas salidas. “Se acompañó a una mujer a pasear, a la compra, a la farmacia y al médico a por las recetas”, cuenta el terapeuta.
La voluntaria María del Mar Saiz también acompañó a una señora mayor “a dar un paseo y a comprar el pan y magdalenas porque el resto de la compra se la hacen de forma online sus hijas”.
“Al principio, no se atreven a salir solos. Nosotros les servimos de apoyo para que vean que pueden volver a pasear aunque siempre recordándoles que tienen que tener mucho cuidado. Las familias también les insisten en que tienen que ser precavidos. En realidad, esto es nuevo para todos”, recalca esta voluntaria.
María del Mar comenzó a colaborar con Cruz Roja hace un año y medio, tras la muerte de su madre. Antes de la pandemia, acompañaba a consultas en el hospital a personas de la tercera edad que venían de residencias o de los pueblos. “Me llena muchísimo ayudarlas porque son muy agradecidas ya que se ven indefensas. Los paseos de ahora son nuevos para mí pero la experiencia ha ido bien”, subraya, al tiempo que agradece a esta entidad que les permita hacer este servicio: “Yo me he especializado en personas mayores porque me conmueven mucho”.
Decoración de bolsas reutilizablesAdemás de este programa de acompañamiento, Cruz Roja también ha desarrollado otra iniciativa estos días con el objetivo de reforzar la autonomía y el bienestar personal de las personas mayores a través de la decoración de bolsas de la compra reutilizables.
Con la colaboración de la empresa local Eurográficas, se repartieron 35 bolsas en la capital en los domicilios de personas de la tercera edad para que las decoraran a su gusto. La iniciativa, que ha sido financiada por fondos del Gobierno regional y a través del IRFF autonómico, perseguía motivar a las personas mayores para que continúen activas.
Desde que comenzó la emergencia sanitaria por la Covid-19, desde Cruz Roja ha desarrollado diversas acciones para minimizar el impacto de la crisis, entre ellas, la realización a diario de llamadas telefónicas de información y seguimiento a la población más vulnerable.
Como actividades específicas en el colectivo de la tercera edad, se han creado varios grupos de WhatsApp en los que participan 70 personas mayores y 30 cuidadores confinados en casa con las personas a las que atienden.
Por medio de esta aplicación se intenta mantener activos física y psicológicamente a los mayores e informar y apoyar a las personas que desempeñar la labor de cuidador.
Las videollamadas han sido una de las practicas que más éxito han alcanzado, junto con el envío de vídeos para realizar ejercicios de gerontogimnasia o activar la memoria. "La respuesta de las personas mayores y cuidadores es realmente conmovedora ya que intentan mostrar su gratitud en forma de poemas dedicados, arcoíris pintados para colgar en las ventanas o simples mensajes de agradecimiento", señalan desde Cruz Roja.
Por otro lado, el servicio de Teleasistencia mantiene una comunicación continua con las 60 personas usuarias del servicio, a las que también se dan instrucciones para controlar el estrés o ayudar a relajarse, en caso de ser necesario en estos días tan difíciles.